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domingo, mayo 12, 2024
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Una crisis convertida en tragedia

La administración Trump ha respondido tan mal ante la pandemia del nuevo coronavirus que “ha tomado una crisis y la ha convertido en una tragedia”. Esta frase lapidaria no proviene del contrincante electoral del presidente estadounidense, sino de la revista médica más importante del mundo: The New England Journal of Medicine (NEJM), que tiene una trayectoria de 208 años de historia.

A lo largo de más de dos siglos la publicación científica se había mantenido al margen de las contiendas electorales estadounidenses, sin embargo, los 34 editores de la revista señalan en un editorial publicado el miércoles 7 de octubre, titulado “Morir en un vacío de liderazgo”, que Donald Trump le ha fallado a los estadounidenses de muchas maneras, lo que contrasta fuertemente con las respuestas de los líderes de otros países.

La COVID-19 ha generado una crisis en todo el mundo y, aunque no había muchas opciones para combatir al nuevo patógeno, ha sometido a prueba a todos los liderazgos de muchos países que tuvieron que tomar decisiones difíciles. “Aquí en los Estados Unidos nuestros líderes no superaron esa prueba”.

“Cuando se trata de la respuesta a la mayor crisis de salud pública de nuestro tiempo, nuestros líderes políticos actuales han demostrado que son peligrosamente incompetentes”, señala el editorial que denunció que la administración Trump. “No deberíamos ayudarlos y permitir la muerte de miles de estadounidenses más permitiéndoles mantener sus trabajos”.

Trump rechazó a la ciencia. En los EE. UU. había muy pocas pruebas para el virus, especialmente al principio. Había muy poco equipo de protección y falta de liderazgo nacional en medidas importantes como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el aislamiento.

Trump “rechazó a la ciencia” enfatizó NEJM. En los EE. UU. había muy pocas pruebas para el virus, especialmente al principio. Había muy poco equipo de protección y falta de liderazgo nacional en medidas importantes como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el aislamiento. “En lugar de confiar en la experiencia, la administración ha recurrido a líderes de opinión y charlatanes desinformados que ocultan la verdad y facilitan la propagación de mentiras descaradas”.

La revista recuerda que desde la presidencia hubo intentos de politizar y socavar la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos, a los Institutos Nacionales de Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Como resultado, Estados Unidos ha tenido decenas de miles de muertes “excesivas” causadas directa e indirectamente por la pandemia, así como un inmenso costo económico y un aumento de la desigualdad social a medida que el virus golpea con más fuerza a las comunidades desfavorecidas.

Los editores científicos de NEJM recuerdan que otros países respondieron mejor ante la emergencia: China, por ejemplo, eligió la cuarentena estricta y el aislamiento ante el primer brote. “Estas medidas fueron severas, pero efectivas”. Países que tuvieron mucho más intercambio con China, como Singapur y Corea del Sur, comenzaron temprano las pruebas intensivas, junto con un agresivo rastreo de contactos y un aislamiento apropiado, y han tenido brotes relativamente pequeños. “En general, a muchas democracias no solo les ha ido mejor que a EE. UU., sino que también nos han superado en órdenes de magnitud”.

¿Por qué Estados Unidos ha manejado tan mal esta pandemia? preguntan los editores de NEJM: Hemos fallado en casi todos los pasos. “Recibimos una amplia advertencia, pero cuando la enfermedad llegó por primera vez, no pudimos realizar las pruebas de manera eficaz y no pudimos proporcionar ni siquiera el equipo de protección personal más básico a los trabajadores de la salud y al público en general. Y seguimos estando muy por detrás de la curva en las pruebas”.

Cuestiona que en cuanto a la cantidad de pruebas realizadas por persona infectada Estados Unidos tiene una tasa que lo coloca muy debajo de países como Kazajstán, Zimbabwe y Etiopía, países que no pueden presumir su infraestructura biomédica o capacidad tecnológica.

“En general, a muchas democracias no solo les ha ido mejor que a EE. UU., sino que también nos han superado en órdenes de magnitud”, señala NEJM.

Scientific American apoya a Biden

En otro hecho inédito y de la misma manera que NEJM, la revista de divulgación científica Scientific American, que celebra su 175 aniversario, respaldó en su editorial de este mes al candidato demócrata Joe Biden como futuro presidente de los Estados Unidos.

Scientific American nunca ha respaldado a un candidato presidencial en sus 175 años de historia. Este año nos vemos obligados a hacerlo”, indica el editorial titulado Joe Biden debe ser el siguiente presidente de Estados Unidos.

“La evidencia y la ciencia muestran que Donald Trump ha dañado gravemente a EE. UU. y a su gente, porque rechaza la evidencia científica”. El ejemplo más devastador, señala la prestigiosa publicación, es su respuesta deliberadamente ignorante e inepta ante la pandemia de COVID-19, que ha costado la vida a más de 212 mil estadounidenses.

Al igual que NEJM, Scientific American señaló que Trump rechazó la evidencia científica y las medidas de salud pública, por ello los efectos de la pandemia han sido catastróficos en los EE. UU. “Se le advirtió muchas veces en enero y febrero sobre la enfermedad, pero no desarrolló una estrategia nacional para proporcionar equipo de protección, pruebas de coronavirus o medidas claras de salud”.

La publicación recordó que Trump se opuso a destinar un fondo de 25 mil millones de dólares para incrementar el número de pruebas y rastreo que estaban en un proyecto de ley de ayuda contra la pandemia en julio pasado. Estas medidas equivocadas aceleraron la propagación de la enfermedad por todo el país, particularmente en comunidades altamente vulnerables que incluyen personas de color, donde las muertes aumentaron desproporcionadamente a las del resto de la población.

Asimismo, menciona que Trump y su vicepresidente se negaron sistemáticamente a usar cubrebocas y a establecer esta medida como una política de salud pública y cita un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, que sostiene que si se hubiera generalizado su uso en todo el país se podría haber salvado la vida de más de 66 mil personas. “Tal estrategia no lastima a nadie. No cerraría ningún negocio. No costaría casi nada”.

Scientific American señala que Trump socavó repetidamente los mensajes claros de salud pública, diciendo falsamente que el virus estaba “bajo control” y que no era peor que la gripe. Esto alentó a las personas a participar en conductas de riesgo, dispersando aún más el virus y ha abierto brechas entre los estadounidenses que toman la amenaza en serio y aquellos que creen en las falsedades de Trump.

Pero la negativa de Trump a mirar la evidencia científica y actuar en consecuencia se extiende más allá del coronavirus. En repetidas ocasiones ha intentado deshacerse del Medicare, ha propuesto recortes de miles de millones de dólares a los Institutos Nacionales de Salud, a la National Science Foundation y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y retiró al país de la Organización Mundial de la Salud. “Estas y otras medidas aumentan el riesgo de que nuevas enfermedades nos sorprendan y devasten nuevamente”.

Asimismo, afirma que el presidente estadounidense sigue presionando para eliminar las reglas de salud de la Agencia de Protección Ambiental, poniendo a las personas en mayor riesgo de enfermedad cardíaca y pulmonar causadas por la contaminación. Ha reemplazado a científicos en los consejos asesores de agencias con representantes de la industria. En su constante negación de la realidad, Trump ha obstaculizado los preparativos de Estados Unidos para el cambio climático, afirmando falsamente que no existe y ha retirado al país de los acuerdos internacionales para mitigarlo. “El clima cambiante ya está provocando un aumento de las muertes relacionadas con el calor y un aumento de tormentas severas, incendios forestales e inundaciones extremas”.

“Joe Biden, en cambio, viene preparado con planes para controlar la COVID-19, mejorar la atención médica, reducir las emisiones de carbono y restaurar el papel de la ciencia legítima en la formulación de políticas”, afirma Scientific American. “Sobre COVID-19, afirma correctamente que está mal hablar de ‘elegir’ entre nuestra salud pública y nuestra economía (…) Si no vencemos al virus, nunca volveremos a la plena fuerza económica”.

La revista indica que Biden propone gastar 34 mil millones de dólares para ayudar a las escuelas a realizar instrucción presencial segura y aprendizaje remoto, mientras que Trump amenazó con retener el dinero de la escuela de distritos que no volvieron a abrir, independientemente del peligro que representa el coronavirus.

Por todo ello y más, la revista indicó: “Es hora de sacar a Trump y elegir a Biden”.

Las críticas en contra de la administración Trump por ambas revistas podrían extrapolarse casi perfectamente a México y la podríamos titular así: “Una crisis convertida en catástrofe”.

Sin embargo, a diferencia de EE. UU. en nuestro país casi no existen investigadores, ni organismos o revistas científicas críticas que se atrevan a cuestionar al poder político… Pero de eso hablaré en otra ocasión.

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