19.4 C
Mexico City
domingo, mayo 12, 2024
HomeSociedad y SaberesCapital HumanoSe han perdido más de 20 millones de años de vida por...

Se han perdido más de 20 millones de años de vida por la COVID-19

Con un promedio de 16 años de vida perdidos por cada muerte a causa de la COVID-19, es posible que hasta el 6 de enero de 2021 se hayan perdido más de 20 millones 500 mil años de vida en todo el mundo.

De acuerdo con un estudio publicado en Scientific Reports del grupo Springer Nature, los años de vida perdidos (AVP) –determinados por la diferencia entre la edad de un individuo al morir prematuramente por el coronavirus y su esperanza de vida promedio– permiten dimensionar mejor el impacto total en la salud pública de la pandemia de COVID-19.

El equipo de científicos de Alemania, España y Reino Unido, encabezados por Héctor Pifarré i Arolas,  de la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, calcularon los AVP por COVID-19 al analizar los datos de más de un millón 279 mil 866 muertes en 81 países, así como la esperanza de vida y las proyecciones de muertes por la pandemia en cada país.

“Comprender el impacto de COVID-19 en la mortalidad requiere no solo contar los muertos, sino analizar cuán prematuras son las muertes”, señalan los investigadores en el artículo científico. “Los resultados confirman el gran impacto en la mortalidad de COVID-19 entre los ancianos. También exige una mayor conciencia al diseñar políticas que protejan a los grupos demográficos vulnerables que pierden la mayor cantidad de años de vida”.

Asimismo, este análisis del impacto total de la pandemia de COVID-19 en la salud pública es fundamental para evaluar las posibles respuestas políticas.

Los investigadores estiman que en total se pudieron haber perdido 20 millones 507 mil 518 años de vida por la COVID-19, hasta principios de enero. De esa cifra el 44.9% ocurrió en personas de entre 55 y 75 años; el 30.2% en personas menores de 55; y el 25% en personas mayores de 75.

Los investigadores señalan tres conocimientos clave obtenidos de su análisis: Primero, el total de años de vida perdidos (AVP) al 6 de enero de 2021, que en los países muy afectados es entre 2 y 9 veces la mediana de años perdidos por la influenza estacional o un tercio de las enfermedades cardíacas.

En segundo lugar, tres cuartas partes de los AVP corresponden a personas que mueren antes de los 75 años. En tercer lugar, los hombres han perdido un 45% más de años de vida que las mujeres.

Instantánea de la mortalidad en la pandemia

Los investigadores advierten que los resultados deben entenderse en el contexto de una pandemia en curso: brinda una instantánea de los posibles impactos de la COVID-19 en los años de vida perdidos; estimaciones que pueden estar sobreestimadas o subestimadas debido a la dificultad de registrar con precisión las muertes relacionadas con el coronavirus.

En 35 de los países de la muestra, la cobertura de los datos abarca al menos 9 meses; en esos casos se analizaron todos los impactos de las primeras oleadas de la pandemia. Para otros países, como México, que aún se encuentran en una pendiente ascendente de las tasas de transmisión o para los que aún no se dispone de datos de finales de 2020, es probable que los años perdidos aumenten sustancialmente en los próximos meses.

Los científicos basaron su análisis en dos grandes bases de datos establecidas recientemente y en continuo crecimiento, y en dos enfoques metodológicos diferentes, uno basado en muertes atribuibles a COVID-19 y el exceso de muertes estimado que compara los niveles de mortalidad en los distintos países. “La naturaleza complementaria de las dos formas de medir las muertes por COVID-19 hace que estas preocupaciones sean explícitas y nos permite evaluar las implicaciones”, indican.

Algunos estudios sobre la mortalidad atribuible a COVID-19 o sobre muerte excesiva tienen la limitante de que estos enfoques no brindan información sobre cuántos años de vida se han perdido.  Este tipo de análisis son útiles para considerar que las muertes a edades muy avanzadas dan como resultado menos años de vida perdidos, en comparación con las muertes a edades muy tempranas.

Pero también permiten evaluar la eficacia de las políticas orientadas al COVID-19, por ejemplo, varias respuestas políticas (o inacciones) han sido motivadas con el argumento de que el coronavirus está matando principalmente a personas que, incluso en ausencia de COVID-19, habrían tenido pocos años de vida restantes. Sin embargo, no se ha realizado una evaluación completa del verdadero impacto de COVID-19 en la mortalidad.

Por ejemplo, los autores señalan que si bien los resultados sobre el patrón de edad justifican las políticas de protección a grupos de edades superiores a los 75 años, también exigen una mayor conciencia en la elaboración de políticas públicas que protejan también a los jóvenes.

Asimismo, este estudio permite llevar a cabo análisis contrafactuales sobre la falta de respuesta política ante la pandemia, lo cual arroja un número de muertes mucho más alto y, en consecuencia, de más años de vida perdidos.

En una ausencia total de intervenciones gubernamentales para intentar controlar la pandemia las proyecciones arrojan un impacto total varios órdenes de magnitud más alto. Pero al mismo tiempo evidencian la eficacia de los cierres y las medidas de distanciamiento social que salvan vidas y mitigan el impacto de la pandemia.

Si bien este estudio se limita únicamente a medir la mortalidad prematura; los investigadores indican que todavía falta realizar una evaluación completa del impacto de la pandemia en la salud pública, la cual debería considerar, por ejemplo, la carga de discapacidad asociada con la enfermedad. Esta última dimensión requiere una comprensión profunda de las secuelas asociadas por COVID-19, para las cuales los datos son limitados en este momento.

 

 

 

- Advertisment -

Most Popular

Recent Comments