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domingo, abril 28, 2024
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Inicia misión para defender al planeta de asteroides

La primera misión para probar la tecnología para defender la Tierra contra asteroides o cometas peligrosos llamada DART (siglas en inglés de Prueba de Redireccionamiento Doble de Asteroides) fue lanzada hoy por la NASA.

Consiste en enviar una nave espacial de media tonelada y más grande que un refrigerador, para impactarse contra un pequeño asteroide llamado Dimorphos, de 160 metros de diámetro –del tamaño de las pirámides del Sol y la Luna juntas–, con el objetivo de desviar su trayectoria y cambiar ligeramente su órbita.

DART fue lanzada al espacio por la empresa privada SpaceX en un cohete Falcon 9, desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg, California, a las 01:21 horas de este miércoles 24 de noviembre. Después de separarse del vehículo de lanzamiento, ha emprendido un viaje de un año para interceptar a Dimorphos a fines de septiembre de 2022, que se encuentra orbitando entre la Tierra y Marte.

En el momento del encuentro el asteroide estará a 11 millones de kilómetros de la Tierra, lo que permitirá realizar observaciones con telescopios y radares terrestres para medir el cambio en su órbita como consecuencia del impacto.

Dimorphos gira alrededor de otro asteroide llamado Didymos, de 780 metros de diámetro, y ninguno de ellos representa una amenaza para la Tierra, pero se espera que el impacto cinético de DART (basado en la energía liberada por la fuerza y velocidad de la colisión de un objeto contra otro) desvíe su trayectoria. Esto permitirá mejorar las capacidades para preparar la defensa contra un asteroide que represente una amenaza para la vida en la Tierra.

Esta misión es parte de la estrategia de defensa planetaria del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins, de la NASA. “Es la primera demostración de la técnica del impactador cinético en la que una nave espacial choca deliberadamente con un asteroide a alta velocidad para cambiar el movimiento del asteroide en el espacio”, dijo Lindley Johnson, jefa de la Oficina de Defensa Planetaria de la NASA.

“Es la primera demostración de la técnica del impactador cinético en la que una nave espacial choca deliberadamente con un asteroide a alta velocidad para cambiar el movimiento del asteroide en el espacio”.

Lindley Johnson, jefa de la Oficina de Defensa Planetaria de la NASA.

Con un peso de media tonelada y el tamaño de un refrigerador grande, la nave espacial se impactará a 24 mil kilómetros por hora contra el asteroide Dimorphos, esperando desviar su trayectoria en un grado. Imagen: cortesía de NASA/Johns Hopkins APL.

Técnica para desviar asteroides

Nadie sabe si esta técnica funcionará realmente pues nunca se ha intentado desviar o destruir un asteroide, salvo en películas de ciencia ficción. En la vida real no existen las tecnologías para desviar un objeto del espacio en su camino hacia un encuentro mortal con la Tierra que podría ocasionar la extinción de vidas, como ha ocurrido en varias ocasiones a lo largo de la historia de nuestro planeta, como sucedió hace 65 millones de años con los dinosaurios.

Asimismo, los resultados de esta misión servirán para mejorar los programas de simulación que llevan a cabo diversas agencias de vigilancia del espacio de diversos países que continuamente vigilan los Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, sus siglas en inglés), como la NASA.

Se cree que esta técnica es el enfoque tecnológicamente más maduro para mitigar un asteroide potencialmente peligroso, y ayudará a los expertos en defensa planetaria a refinar los modelos informáticos del impactador cinético de asteroides, dando una idea de cómo podríamos desviar objetos cercanos a la Tierra potencialmente peligrosos en el futuro”, afirma Lindley Johnson.

Infografía sobre la misión DART de la NASA que busca probar la tecnología de impacto cinético para desviar la trayectoria de un asteroide. La nave espacial se impactará contra Dimorphos, de 160 metros de diámetro, que orbita a otro asteroide llamado Didymos, de 780 metros de diámetro. Imagen: cortesía de NASA/Johns Hopkins APL.

“No queremos encontrarnos con la situación de que un asteroide se dirija hacia la Tierra y sea en ese momento cuando tengamos que probar esta técnica por primera vez”.

Lindley Johnson, jefa de la Oficina de Defensa Planetaria de la NASA.

Gráfica del tamaño comparativo de los asteroides Dimorphos y Didymos. Imagen: cortesía de NASA/Johns Hopkins APL.

La nave espacial fue construida por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins de la NASA a lo largo de año y medio, con una inversión de 324 millones de dólares y está equipada con diversas tecnologías como un sistema de propulsión de iones NEXT-C, que fue diseñado para mejorar el rendimiento y la eficiencia del combustible para misiones en el espacio profundo, y una antena plana de alta ganancia ranurada para una comunicación más eficiente entre la Tierra y la nave.

También cuenta con un sofisticado software de navegación autónoma, una cámara a bordo llamada DRACO (su único instrumento), sus dos paneles solares desplegables de 8 metros de largo cada uno, y el minisatélite LICIACube –de la Agencia Espacial Italiana–, diseñada para capturar las imágenes de la nave DART al momento de impactarse con el asteroide y de las secuelas inmediatas.

Esta misión forma parte de una nueva tarea conferida a la NASA en 2005 para proteger el planeta de objetos peligrosos que orbitan alrededor del Sol. Desde entonces se ha dedicado a investigar y demostrar un método de deflexión de asteroides para cambiar su movimiento en el espacio a través del impacto cinético.

A una velocidad de 24 mil kilómetros por hora, DART dará un pequeño golpe que buscará cambiar la velocidad y trayectoria del asteroide en una fracción del uno por ciento, pero esto modificará su período orbital en varios minutos, lo suficiente para ser observado y medido desde la Tierra.

La efectividad de este enfoque de mitigación será puesta a prueba y permitirá analizar la precisión de las simulaciones por computadora para saber qué tan bien reflejan el comportamiento de un asteroide real al intentar desviarlo.

Con los resultados, los investigadores planean realizar otras pruebas futuras para mejorar la tecnología. “No queremos encontrarnos con la situación de que un asteroide se dirija hacia la Tierra y sea en ese momento cuando tengamos que probar esta técnica por primera vez”, expresó Lindley Johnson.

Vigilancia del espacio

Tanto Estados Unidos como Rusia, China, Japón y otros países cuentan con sistemas de vigilancia del espacio que se dedican a observar los objetos cercanos a la Tierra que podrían representar un riesgo para la vida en el planeta como asteroides, cometas y otros objetos cósmicos.

Se sabe que el impacto de estos objetos pueden causar extinciones masivas, como la ocurrida hace 65 millones de años, cuando un asteroide de 20 kilómetros de diámetro se impactó en lo que hoy es la península de Yucatán y ocasionó extinciones masivas que terminó abruptamente con la era de los dinosaurios.

Este escenario se puede presentar nuevamente, de hecho, científicos de varias partes del mundo han señalado en diversos estudios como el elaborado por la Fundación Global de Desafíos llamado informe sobre los Riesgos Catastróficos Globales que enfrenta la humanidad, donde afirman que el impacto de un asteroide de más de 10 kilómetros de diámetro ocupa el quinto lugar de riesgo para la humanidad.

Este es un peligro latente por los grandes asteroides que orbitan en el Sistema Solar. Tan solo el impacto de cualquiera que sea mayor a 1 km de diámetro expulsaría suficientes partículas a la atmósfera como para impedir la entrada del sol durante varios meses, generando el equivalente a un invierno nuclear que destruiría los ecosistemas y la agricultura mundiales. Esto podría causar hambruna y la muerte de miles de millones de personas.

DART será la prueba de una técnica de “defensa planetaria” contra objetos cercanos a la Tierra, que pueden ser potencialmente peligrosos para la vida en la Tierra. Cualquier asteroide, cometa u objeto mayor a un kilómetro puede poner en riesgo a la humanidad, en caso de impactarse con el planeta. Imagen: cortesía de NASA/Johns Hopkins APL.

El Programa de Observaciones de Objetos Cercanos a la Tierra, de la Defensa Planetaria de la NASA, se dedica a encontrar, rastrear y caracterizar estos objetos NEO mayores a 140 metros de diámetro que se encuentran en el Sistema Solar. Se calcula que hay alrededor de 25 mil objetos de este tamaño o mayores, de los cuales solo se ha identificado al 50% de ellos.

El 15% de los asteroides que se han identificado hasta ahora están compuestos por sistemas binarios, como es el caso de Didymos y su “luna” Dimorphos, o por sistemas múltiples en los que hay más de tres asteroides que viajan juntos.

Si bien hasta ahora no se conoce ningún asteroide de más de 140 metros que tenga una probabilidad significativa de golpear la Tierra durante los próximos 100 años, el 50% de los NEO desconocidos representan un riesgo real y latente. De hecho, ha ocurrido en varias ocasiones que los objetos son detectados una vez que han pasado cerca de la Tierra.

La NASA tiene la tarea de catalogar el 90% de estos objetos espaciales la mayoría hechos de materiales metálicos. “Hay que encontrarlos pronto con años o décadas de antelación a que se crucen con la Tierra”, dijo Kelly Fast, quien dirige el Programa de Observaciones de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.

Desde hace algunos años, en películas de ciencia ficción como Impacto Profundo o Armagedon se han planteado tecnologías ficticias para enfrentar este riesgo latente, pero DART será la primera ocasión en que se probará una tecnología para enfrentar esta amenaza real; de ahí la importancia de esta misión espacial.

 
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