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domingo, abril 28, 2024
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Anuncian primer medicamento específico contra la COVID-19

La compañía farmacéutica estadounidense Merck anunció este viernes los resultados del ensayo clínico de fase 3 de su medicamento anti COVID-19 llamado MK-4482 o molnupiravir, que redujo en un 50% el riesgo de hospitalización o muerte en pacientes adultos de riesgo no hospitalizados.

El antiviral oral fue probado en mil 550 pacientes adultos contagiados de COVID-19 de 170 centros de salud de 23 países, entre ellos México.  El 7.3% de los participantes que recibieron el fármaco fueron hospitalizados o murieron hasta el día 29 del padecimiento, en comparación con el 14.1% de los tratados con placebo. Antes del día 29 no se registraron muertes entre quienes recibieron el medicamento, en comparación con 8 fallecimientos de quienes recibieron placebo.

La empresa anunció mediante un comunicado del 1 de octubre (https://www.merck.com/), que tiene previsto presentar una solicitud de Autorización de Uso de Emergencia ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), y también hará solicitudes de comercialización ante otros organismos reguladores de todo el mundo, incluido nuestro país.

El ensayo clínico llamado MOVe-OUT tuvo el objetivo de evaluar la eficacia del medicamento; fue un estudio global de fase 3, aleatorizado, controlado con placebo, doble ciego y multicéntrico de pacientes adultos no hospitalizados con COVID-19 leve a moderada, con al menos un factor de riesgo asociado como obesidad, diabetes, enfermedades del corazón o edad avanzada. Los pacientes habían presentado síntomas de la enfermedad al menos cinco días antes de que se les hubiera suministrado el medicamento.

Hasta el día de hoy, la COVID-19 ha cobrado la vida de 4 millones 800 mil personas  en todo el mundo. En México 557 mil 820 fallecimientos han sido asentados como exceso de defunciones por el gobierno mexicano (https://coronavirus.gob.mx/exceso-de-mortalidad-en-mexico/), 407 mil muertes por COVID-19 han sido registradas por el Registro Nacional de Población (Renapo), y solo 278 mil 590 decesos por la pandemia han sido comunicados por la Secretaría de Salud.

“La noticia de la eficacia de este antiviral en particular es, obviamente, una muy buena noticia. Los datos son impresionantes. Hubo una disminución del 50% (de la mortalidad); lo importante es que en el grupo de placebo, hubo ocho muertes y en el grupo de tratamiento, no”.

ANTHONY FAUCI, JEFE DEL EQUIPO DE ASESORES MÉDICOS DE LA CASA BLANCA.

Molnupiravir redujo un 50% la posibilidad de muerte por COVID-19 y antes del día 29, no se registraron muertes entre quienes recibieron el medicamento, en comparación con 8 fallecimientos de quienes recibieron placebo. Foto cortesía de: Merck.

“Se necesitan urgentemente más herramientas y tratamientos para luchar contra la pandemia de COVID-19, que se ha convertido en una de las principales causas de muerte y sigue afectando profundamente a los pacientes, las familias y las sociedade,s y poniendo a prueba los sistemas de atención sanitaria en todo el mundo”, dijo Robert M. Davis, director general y presidente de Merck.

Este podría ser el primer fármaco específico para tratar COVID-19 y se espera que a finales de este año puedan estar disponibles las píldoras en EE.UU. El medicamento remdesivir utilizado en el tratamiento contra el Ébola fue autorizado por la FDA el año pasado para tratar la COVID-19, sin embargo, el ensayo Solidarity de la OMS demostró que no es efectivo contra el coronavirus.

A pesar de ello, hay diversos medicamentos que se utilizan de acuerdo al grado de evolución de la enfermedad y las afectaciones en cada persona con que llegan a los centros hospitalarios, como el uso de anticuerpos monoclonales, inmunosupresores o anticoagulantes.

“La noticia de la eficacia de este antiviral en particular es, obviamente, una muy buena noticia”, comentó en conferencia Anthony Fauci, jefe del equipo de Asesores Médicos de la Casa Blanca. “Los datos son impresionantes. Hubo una disminución del 50% (de la mortalidad); lo importante es que en el grupo de placebo, hubo ocho muertes y en el grupo de tratamiento, no”.

El científico informó que el gobierno estadounidense se comprometió a comprar 1.7 millones de dosis del medicamento, a un precio de 700 dólares por paciente (alrededor de 14 mil pesos), en caso de que sea aprobado por la FDA. Asimismo, expresó que esta sería una herramienta adicional para proteger a las personas, pero que la vacunación “sigue siendo, de lejos, nuestra mejor herramienta” contra la COVID-19.

Los resultados serán publicados en una revista científica especializada pero en el portal ClinicalTrials.gov de la Librería Nacional de Medicina estadounidense puede leerse el protocolo del ensayo con molnupiravir en distintas dosis: 200, 400 y 800 miligramos en el ensayo intermedio de fase 2/3, que inició el 5 de octubre de 2020 entre mil 850 personas y que terminará en mayo de 2022.

De acuerdo a los resultados, la píldora de Merck fue menos eficaz que los tratamientos con anticuerpos monoclonales, que han tenido una gran demanda en todo el mundo y que reduce en 70% las hospitalizaciones y muertes en pacientes de alto riesgo con COVID-19. Sin embargo, los tratamientos con anticuerpos son más costosos que el molnupiravir.

Las píldoras deben tomarse lo antes posible una vez que una persona muestra síntomas de COVID-19, mientras el virus se está replicando rápidamente en el organismo y el sistema inmunológico aún no se ha defendido. Los participantes en el ensayo debían tener síntomas desde hace menos de 6 días, pero algunos investigadores creen que las píldoras deben tomarse incluso antes, para que sean más efectivas.

El compuesto del medicamento bloquea la replicación del virus en las células humanas, lo que evita que se propague el virus. Foto cortesía de: Merck.

El tratamiento es de cuatro cápsulas del medicamento dos veces al día durante cinco días. El compuesto del medicamento bloquea la replicación del virus en las células humanas, engaña al coronavirus para que éste use el medicamento al momento de intentar replicar su material genético. Una vez que ese proceso molecular está en marcha, el medicamento inserta errores en partes vitales del código genético, lo que evita que se multiplique y se propague el virus.

“Aunque el número de personas analizadas fue relativamente pequeño redujo aproximadamente a la mitad la tasa de hospitalización y disminuyó notablemente el número de muertes”, subrayó a través del Science Media Center, Stephen Evans, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. “Evitar que el virus se replique en una fase temprana parece muy beneficioso”.

Por su parte, Ruth McKernan, presidenta de la Asociación de Bioindustria del Reino Unido, dijo que la incorporación de fármacos orales dirigidos específicamente al virus para su uso en la comunidad es una adición realmente valiosa a nuestro conjunto de herramientas. “Necesitamos un conjunto completo de tratamientos, desde vacunas preventivas, tratamientos orales para los infectados y medicamentos adicionales para uso hospitalario”.

Luego del anuncio de estos resultados del nuevo antiviral, las acciones de la compañía Merck subieron 8% y se espera que la venta del medicamento genere ingresos por 10 mil millones de dólares al año.

Otros medicamentos específicos contra el SARS-CoV-2 están siendo desarrollados por empresas como Pfizer, Atea Pharmaceuticals y Roche, que en los próximos meses anunciarán los resultados de sus ensayos clínicos.

El nuevo antiviral en combinación con anticuerpos monoclonales pueden detener la replicación del coronavirus en un huésped comprometido que además evite la propagación del patógeno.

Pacientes con inmunosupresión

Los pacientes con inmunosupresión corren el riesgo de sufrir una infección prolongada por el SARS-CoV-2 y que en estas personas pueden surgir nuevas variantes del coronavirus como resultado de sus rápidos saltos evolutivos.

En un artículo publicado en la revista The New England Journal of Medicine el 5 de agosto por un equipo de científicos encabezados por Lawrence Corey, de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, se señala que dado que un gran número de personas en todo el mundo viven con inmunosupresión innata o adquirida, la asociación entre este padecimiento y la generación de variantes de SARS-CoV-2 altamente transmisibles o más patógenas requiere una mayor delimitación y estrategias de mitigación.

Para tratar a este tipo de pacientes, señalan el uso de anticuerpos monoclonales combinados para prevenir la adquisición de COVID-19 en residencias de ancianos y entornos domésticos, y sugieren que la profilaxis con anticuerpos pasivos puede ser otro enfoque para los pacientes inmunodeprimidos que no tienen una respuesta inmunitaria adecuada a la vacunación o para los pacientes y sus familiares con una exposición de alto riesgo.

En la investigación señalan que en las investigaciones previas el molnupiravir demostró suprime la replicación del virus en 203 pacientes con infección temprana. “Los agentes antivirales que inhiben la replicación del SARS-CoV-2 ofrecen un mecanismo alternativo de protección que no debería verse afectado por las mutaciones que comprometen a los anticuerpos monoclonales”.

En pacientes inmunosuprimidos se podría utilizar la combinación de un anticuerpo monoclonal eficaz con el nuevo antiviral que detengan la replicación del coronavirus en un huésped comprometido que además detenga el desarrollo de nuevas mutaciones y la propagación del patógeno.

 
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