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lunes, mayo 13, 2024
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Confirman selección sexual en la evolución del cuello de las jirafas

A mediados del siglo XIX Charles Darwin explicó la teoría de la evolución publicada en su libro “El origen de las especies” utilizando como ejemplo el largo cuello de las jirafas: “¿Por qué han desarrollado ese cuello tan alto, qué ventaja les confiere? Con él se pueden alimentar de las ramas altas de los árboles y eso les dio una ventaja respecto a otros herbívoros”, dijo.

Pero las jirafas (Giraffa camelopardalis) también utilizan su largo cuello como un arma ofensiva y defensiva, su cabeza armada con cuernos puede lesionar gravemente a otras jirafas y a depredadores, e incluso puede ocasionarles la muerte. Pero la conservación de las especies, decía el gran científico, no solo está determinada por una sola ventaja, sino por la unión de todas, grandes y pequeñas.

Otra de las ventajas del cuello largo de las jirafas es lo que los científicos llaman la selección sexual, que sostiene que el tamaño del cuello es el resultado de la competencia de los machos para atraer a las hembras, quienes prefieren a los machos altos.

Esta semana un equipo de científicos alemanes, austriacos, chinos y estadounidenses encabezados por Shi-Qi Wang, de la Academia China de Ciencias, ha arrojado datos que fortalecen la hipótesis de la selección sexual como causa del cuello largo de las jirafas.

El análisis del fósil del ancestro de las jirafas llamado Discokeryx xiezhi indica que el combate a golpes de cabeza para atraer a las hembras contribuyó a la evolución del cuello largo de las jirafas. Imagen cortesía de Science/ Y. Wang y X. Guo.

Otra de las ventajas del cuello largo de las jirafas es lo que los científicos llaman la selección sexual, que sostiene que el tamaño del cuello es el resultado de la competencia de los machos para atraer a las hembras, quienes prefieren a los machos altos.

Los investigadores descubrieron en el norte de China un fósil de una jirafa antigua de hace 16.9 millones de años (del Mioceno temprano), llamada Discokeryx xiezhi. Una especie desconocida que tenía un gran armazón craneal con forma de casco, así como una serie de vértebras cervicales con centros extremadamente gruesos.

Los análisis publicados en la revista Science indican que las articulaciones de cabeza y cuello son más robustas y fuertes, adaptadas al feroz comportamiento de golpeo de cabeza entre los machos, que pudo desencadenar la evolución de la cabeza y el cuello de los jirafósidos. Es decir, el análisis del fósil del ancestro de las jirafas indica que el combate a golpes de cabeza contribuyó a la evolución de su cuello largo.

Así, la jirafas ancestrales necesitaban un cuello largo para el combate a cabezazos en la competencia por las hembras que, después de millones de años, conformaron a las jirafas modernas, el animal terrestre más alto de la Tierra que alcanza los 6 metros de altura, con un cuello de entre 2 y 3 metros de largo.

Las jirafas actuales usan su cuello como catapulta de su cabeza equipada con cuernos llamados osiconos, protuberancias óseas cubiertas de piel.

Aunque la evolución de las jirafas ha sido utilizado como ejemplo clásico de la evolución adaptativa y de la selección natural, todavía existían muchas dudas sobre su desarrollo, “pero el descubrimiento de este fósil de jirafoide aumenta nuestra comprensión de los desencadenantes reales para entender la evolución de la cabeza-cuello de la jirafa”, señalan los investigadores en el artículo.

Las articulaciones atlantooccipitales e intercervicales son esenciales para la adaptación del cráneo del D. xiezhi para el choque de cabezas. Imagen cortesía de Science.

Los científicos hicieron el análisis de elementos finitos que revelan que las articulaciones atlantooccipitales e intercervicales son esenciales para la adaptación del cráneo del D. xiezhi para el choque de cabezas. Al mismo tiempo, las pruebas isotópicas del esmalte de los dientes demuestran que era un herbívoro de los bosques que emigró hacia tierras abiertas (sabana) con múltiples fuentes de ingesta de agua, y que sus hábitats probablemente incluían áreas de difícil acceso para otros herbívoros contemporáneos.

También analizaron la morfología de los jiráfidos existentes hoy en día (la jirafa y el okapi), una decena de especies extintas y las compararon con otras especies de animales rumiantes actuales que también pelean a cabezazos, como los bueyes almizcleros, el carnero azul y los muflones (carneros). Los científicos observaron que la resistencia y la capacidad de la cabeza de los jiráfidos es hasta cinco veces superior.

“El combate fue probablemente la fuerza motriz principal de las jirafas que han evolucionado con un cuello largo, y el ramoneo (alimentación con hojas) de alto nivel fue probablemente un beneficio compatible de esta evolución. El posicionamiento ecológico promovió la intensa competencia sexual y los feroces combates sexuales fomentaron morfologías extremas para ocupar los nichos en los jiráfidos”, mencionan los científicos.

Con estos hallazgos se fortalece la hipótesis de que la selección sexual intervino en la forma y la longitud de los cuellos de las jirafas.

 
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