La actual administración del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como parte de las estrategias del autodenominado gobierno “de la cuarta transformación”, estableció como causal de suspensión de beca nacional de posgrado el embarazo de las científicas en formación.
Para conmemorar el “Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia” vale la pena recordar que la formación de nuevas científicas se lleva a cabo en los programas de estudios de posgrado y que gracias a las becas que se otorgan desde hace 50 años en nuestro país, a través del Conacyt, las estudiantes pueden dedicarse de tiempo completo a su formación como investigadoras.
El pasado 26 de enero se dio a conocer dicha disposición en el periódico El Universal (https://www.eluniversal.com.mx/nacion/conacyt-suspendera-becas-por-participar-en-protestas), ante lo cual el Conacyt, a través de un “Aviso informativo” sin número, fechado ese mismo día (https://conacyt.mx/falso-que-el-conacyt-suspendera-becas-por-participar-en-protestas-o-por-embarazo/), señala que es “falsa” la información y que “son disposiciones” contempladas desde “al menos 2008”.
Sin embrago, como se puede leer en el Reglamento de becas del programa de fomento, formación y consolidación de capital humano de alto nivel, aprobado por la Cámara de Diputados y vigente desde el 16 de febrero de 2018, (https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/regla/n567.pdf), no se establece ninguna disposición de este tipo, como falsamente afirmó el Conacyt.
En dicho reglamento en su capítulo VII artículo 24, existen tres causales de suspensión de beca: “I. Cuando el Becario incurra en incumplimiento de las obligaciones previstas en el instrumento de asignación de beca y/o lo previsto en el Artículo 19 del presente Reglamento; II. Cuando el becario lo solicite, con autorización de su institución, nacional o extranjera; III. Cuando el Becario sufra de una incapacidad temporal, médica o de otra índole o por causa de fuerza mayor, ésta deberá estar justificada y con la documentación que lo acredite”.
Donde sí existe la medida discriminatoria y acosadora es en la “Convocatoria de Becas Conacyt Nacionales 2021” que se encuentra en el portal del Consejo en la siguiente liga: (https://conacyt.mx/convocatorias/convocatorias-becas-nacionales/convocatorias-abiertas-becas-nacionales/becas-conacyt-nacionales-2021/).
“Cuando alguna Becaria que se encuentre embarazada, en parto o puerperio, así como a los Becarios que sean padres, a fin de promover la corresponsabilidad y una paternidad responsable, presentando la documentación que lo acredite”: Convocatoria de Becas Conacyt Nacionales 2021
En dicha convocatoria, en el punto número 11 llamado Suspensión, cancelación y conclusión de la beca, las autoridades del Conacyt, por disposición propia, agregaron un punto IV a las penalizaciones establecidas en el reglamento que dice: “Cuando alguna Becaria que se encuentre embarazada, en parto o puerperio, así como a los Becarios que sean padres, a fin de promover la corresponsabilidad y una paternidad responsable, presentando la documentación que lo acredite”.
De esta manera, se trata de una disposición discriminatoria exclusiva de la actual administración del Conacyt, bajo la tutela de María Elena Álvarez-Buylla Roces, en la que también intervienen María José Rhi Sausi Garavito, directora Adjunta de Desarrollo Científico, y Talía Verónica García Aguiar, coordinadora de de Apoyos a Becarios e Investigadores.
Tres mujeres decidieron afectar la formación de científicas en clara violación al reglamento de becas de posgrado vigente y también a los derechos humanos de las mujeres estudiantes de posgrado.
Maternidad y ciencia
Las actitudes y medidas discriminatorias como las del Conacyt no son nuevas en el ámbito científico y son los principales obstáculos para el desarrollo de las mujeres en los diversos campos y especialidades científicas en México y en el mundo.
De acuerdo con la Asociación de Mujeres en la Ciencia (AWIS, por sus siglas en inglés), solo el 30% de las personas dedicadas a la investigación científica en el mundo son mujeres y únicamente el 35% de los estudiantes matriculados en campos de estudio relacionados con la ciencia, tecnología, ingenierías, matemáticas y medicina (STEMM, por sus siglas en inglés) son mujeres. En México las estadísticas son similares.
Para la mayoría de las científicas el proceso de formación profesional en un doctorado y el paso a ocupar un puesto en alguna universidad ocurre cuando están empezando a formar una familia, por ello, los apoyos que se brindan en ese proceso son determinantes para continuar o no con una carrera científica.
La organización internacional sin fines de lucro Madres en la Ciencia (MiS, por sus siglas en inglés. Sitio: https://www.mothersinscience.com/), cuyo objetivo es impulsar la contratación y retención de mujeres en las carreras científicas, señala que los prejuicios y la discriminación por motivos de maternidad son muy frecuentes en el sector STEMM.
“Está muy extendido el mito de que las mujeres deben elegir entre tener una carrera o una familia, pero nunca se ha cuestionado que los hombres puedan tener ambas cosas”, indica la organización que tiene presencia en Alemania, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Francia, Finlandia, Nigeria, Nueva Zelanda, Portugal, Reino Unido y Singapur. “Además de enfrentarse a los prejuicios y la discriminación por ser mujeres, las madres se encuentran con obstáculos adicionales para avanzar en su carrera”.
En un estudio titulado “La maternidad y la progresión profesional en STEMM”, llevado a cabo por la organización, se indica que el 42% de las madres y el 15% de los padres en Estados Unidos abandonan el empleo de tiempo completo a los tres años de tener hijos en los campos STEMM.
Asimismo, más del 34% de las mujeres de todo el mundo dejan un empleo a tiempo completo, tras tener o adoptar un hijo y en promedio, las académicas tienen menos hijos que sus homólogos masculinos y que las mujeres de otros sectores profesionales. Las mujeres de STEMM están retrasando o reteniendo la posibilidad de tener hijos para proseguir sus carreras, y esta situación ha empeorado por la pandemia de COVID-19.
“Está muy extendido el mito de que las mujeres deben elegir entre tener una carrera o una familia, pero nunca se ha cuestionado que los hombres puedan tener ambas cosas”: Madres en la Ciencia.
El estudio de MiS menciona que el 38% de las madres científicas de todo el mundo afirmaron haber recibido menos ofertas de oportunidades profesionales desde que fueron madres, en comparación con solo el 13% de los padres científicos.
Por otro lado, esto también impacta en las posibilidades de recibir mejor remuneración ya que la maternidad afecta la productividad de las mujeres. De acuerdo con un estudio de la Asociación Americana de Mujeres Universitarias de 2016 (https://www.aauw.org/), las mujeres representan menos de una cuarta parte (24%) de quienes más ganan en las universidades de élite de Estados Unidos.
“Cuando era estudiante, creía que las mujeres tomaban libremente la decisión de abandonar sus prometedoras carreras médicas o científicas para centrarse en los asuntos familiares”, relata en la revista Cell Elisabeth Roider, investigadora estadounidense. “Más de una década después, veo lo ingenua que era. Como médica científica de 36 años, dermatóloga certificadoa y con dos hijas pequeñas, me ha entristecido ver a tantas colegas femeninas inspiradoras abandonar la ciencia por razones que en realidad no eligieron”.
Roider comenta que siendo residente y estando en su segundo embarazo, la dirección de su departamento de investigación le dijo que simplemente no podía tenerlo todo. “Mi contrato expiró y di a luz en la asistencia social. Sin el enorme apoyo de mi familia y de mis mentores de siempre, habría dejado no solo el mundo académico, sino probablemente toda mi carrera profesional”, dice.
Ya de por sí, de manera natural la productividad de las científicas-madres disminuye por el tiempo que se debe dedicar a la formación de una familia y la atención de los hijos: el número de artículos que publican disminuye entre un 74% y un 83%.
Esta caída de productividad y no contar con medidas específicas que apoyen e impulsen a las mujeres científicas y estudiantes en sus periodos de maternidad afecta a todo el sistema científico de un país.
A diferencia de lo que ocurre en el Conacyt, en instituciones y universidades del mundo se han establecido diversos programas para tratar de impedir que la maternidad se use como pretexto para, acosar, obstaculizar y coartar las carreras científicas de las mujeres durante su formación y en los primeros años como investigadoras.
Como se puede ver en su convocatoria, lo que hace Conacyt es truncar las formaciones científicas entre las mujeres, simplemente que no lleguen a convertirse en científicas. Eliminar esa medida discriminatoria sería la mejor forma de celebrar la incursión de las mujeres en la ciencia.
