Las razas de “perros de trineo” modernos adaptadas a las inhóspitas condiciones del Ártico, como el perro de trineo de Groenlandia, Alaskan Malamute y Husky, comparten antiguas raíces siberianas y representan un linaje genético distinto que probablemente surgió a finales de la última edad de hielo, hace casi 10 mil años.
Los hallazgos de un equipo de 35 científicos de China, Dinamarca, España, Estados Unidos, Groenlandia, Irlanda, Malasia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Rusia y Suecia, se desprenden de un estudio genético de perros árticos modernos y antiguos, que revelan la antigüedad de las razas de los “perros de trineo” y destacan el papel clave que tuvieron para la supervivencia humana en el Ártico desde los albores del Holoceno.
“Nuestros resultados implican que la combinación de estos perros con la innovación tecnológica del trineo facilitó la subsistencia humana“, señala Mikkel-Holder Sinding, de la Universidad de Copenhague, quien encabeza al equipo de científicos. “La evidencia arqueológica del este de Siberia sugiere que los perros adaptados al Ártico probablemente han sido parte integral de la vida humana durante al menos 15 mil años”.
Al igual que sus roles en esas regiones hoy en día, los antiguos perros del Ártico se usaban para tirar de los trineos, lo que facilitaba los viajes de larga distancia y el transporte de recursos a través del paisaje áspero y helado.
El artículo publicado esta semana en la revista Science señala que aunque los perros de trineo son uno de los grupos de perros más especializados, su origen y evolución ha recibido mucha menos atención que otros grupos de canes, por lo que se sabe poco sobre su pasado genético y su evolución.
Los investigadores llevaron a cabo el análisis del genoma de 10 perros de trineo modernos de Groenlandia, el de un antiguo perro de trineo siberiano de 9 mil 500 años y de un lobo siberiano de aproximadamente 33 mil años y los compararon con una serie de otros genomas de perros modernos para evaluar su origen y evolución genética.
Los resultados revelan que el antiguo perro siberiano es un antepasado común de las razas modernas de perros de trineo, en particular los de trineo de Groenlandia, que, gracias a que sus poblaciones son aisladas, fue posible rastrear su ascendencia genómica más directa hasta los antiguos canes.
Asimismo, se pudo observar el flujo de genes de los lobos siberianos durante el Pleistoceno. A diferencia de muchas otras razas de perros, los autores no encontraron una mezcla significativa entre ningún perro de trineo, moderno o antiguo, y los lobos del Ártico americano, lo que sugiere una continuidad genética de aproximadamente 9 mil 500 años entre las razas de perros del Ártico.
Los investigadores también ilustraron varias adaptaciones convergentes, incluida una que permitió a los perros de trineo comer dietas ricas en grasas y pobres en almidón, lo cual indica que se adaptaron bien a la dieta de las culturas humanas árticas con las que convivieron como las inuit, que también están adaptadas a la alta ingesta de ácidos grasos.
En contraste, la mayoría de los perros domésticos actuales están adaptados al consumo de dietas con almidón, como ocurre con los humanos modernos.
