El cerebro humano experimenta notables cambios estructurales durante el embarazo, lo que podría tener implicaciones para la salud mental, perinatal y las conductas maternas, revela una investigación publicada en la revista Nature Neuroscience.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!En una de las primeras descripciones detalladas de los cambios neuroanatómicos antes, durante y después del embarazo, los investigadores encabezados por Laura Pritschet, de la Universidad de California, Santa Bárbara, encontraron que ciertas áreas del cerebro de las mujeres embarazadas reducen su tamaño, mientras que otras mejoran su conectividad.
Laura Pritschet y su equipo siguieron de cerca a una mujer sana de 38 años durante todo su embarazo y los dos años posteriores al parto, a quien se le realizaron escáneres cerebrales periódicos y también se le realizaron pruebas de sangre desde tres semanas antes de la concepción hasta dos años después del parto.
Los resultados mostraron disminuciones en el volumen y el grosor cortical del cerebro a partir de la novena semana de embarazo, una disminución generalizada en el volumen de ciertas áreas del cerebro, especialmente en áreas como la red neuronal por defecto, que está relacionada con la cognición social y el comportamiento maternal. Sin embargo, paradójicamente, la conectividad entre estas regiones se fortaleció.
Los cambios neuroanatómicos del cerebro de las mujeres embarazadas hacen que se reduzca su tamaño y algunas regiones mejoran su conectividad.
El análisis también evidenció incrementos en la microestructura de la materia blanca, el volumen ventricular y el líquido cefalorraquídeo, cambios asociados con el aumento de las hormonas estradiol y progesterona. Curiosamente, mientras algunos de estos cambios cerebrales persistieron incluso dos años después del parto, otros regresaron a niveles anteriores al embarazo.
Estos cambios cerebrales se asociaron con los niveles hormonales durante el embarazo, especialmente el estrógeno y la progesterona. Algunos de estos cambios persistieron incluso dos años después del parto, lo que sugiere que la maternidad deja una huella duradera en el cerebro.
Ofrecen una ventana única para comprender cómo el embarazo afecta al cerebro humano, una cuestión que hasta ahora ha sido poco estudiada, a pesar de que alrededor del 85% de las mujeres experimentan un embarazo a lo largo de su vida.
Los investigadores también sugieren que estos hallazgos podrían ser relevantes para la salud mental durante el embarazo y el posparto, así como para la prevención de complicaciones neurológicas como la preeclampsia.
Algunos de estos cambios persisten incluso dos años después del parto, lo que sugiere que la maternidad deja una huella duradera en el cerebro.
Subrayan que se necesitan estudios adicionales para determinar si estos cambios observados son consistentes en una muestra más amplia de mujeres embarazadas.
Además, este conocimiento puede contribuir a la comprensión del impacto del embarazo en el envejecimiento cerebral y las conductas parentales.