Hace 73 millones de años las aves anidaron en el Ártico junto a los dinosaurios, señala el descubrimiento de restos fósiles de nidos de pájaros en Alaska. Aún hoy en día, la primavera polar trae consigo una plétora de aves ya que millones de ellas se reúnen en esa región del mundo para criar a sus hijos, y lo mismo ocurrió cuando los dinosaurios aún dominaban el planeta.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!En una investigación publicada en la revista Science, se documenta el ejemplo más antiguo conocido de anidación de aves, en el que se hallaron docenas de diminutos huesos y dientes fosilizados en una excavación paleontológica.
Los científicos de las universidades de Princeton y Alaska identificaron múltiples tipos de aves como las buceadoras parecidas a colimbos, aves similares a gaviotas y varios tipos similares a los patos y gansos modernos, que se reproducían en el Ártico, mientras los dinosaurios vagaban por las mismas tierras.
Estas especies son componentes clave de los ecosistemas polares —aún en el mundo del Cretácico, que era considerablemente más cálido que el actual—
y los hallazgos de restos fosilizados de polluelos y adultos de múltiples especies, sugiere que las aves comenzaron a reproducirse en las regiones árticas en etapas tempranas de su evolución.
“Las aves existen desde hace 150 millones de años”, afirmó Lauren Wilson, de la Universidad de Princeton. “Durante la mitad de su existencia, han anidado en el Ártico”.
Los científicos identificaron múltiples tipos de aves similares a gaviotas, patos y gansos modernos, que se reproducían en el Ártico, mientras los dinosaurios vagaban por las mismas tierras.

Ilustración de: Pat Druckenmiller/Science.
De hecho, antes de esta investigación la evidencia más temprana conocida de reproducción de aves en el Ártico o la Antártida, databa de hace 47 millones de años, mucho después de que el impacto del asteroide de Chicxulub con la Tierra matara al 75% de los animales del planeta, entre ellos, todos los dinosaurios sin plumas.
“Esto retrasa el registro de reproducción de aves en las regiones polares entre 25 y 30 millones de años”, afirmó Pat Druckenmiller, directora de la investigación y del Museo del Norte de la Universidad de Alaska, cuyas colecciones incluyen fósiles de aves. “El Ártico se considera la cuna de las aves modernas”.
Tan solo el hallazgo de los fósiles de aves antiguas es notable, ya que los huesos de las aves suelen ser muy delicadas, sobre todo en el caso de los huesos de crías de pájaros que son porosos y se destruyen fácilmente.
Los fósiles fueron recolectados en la Formación Prince Creek, una zona a lo largo del río Colville en la vertiente norte de Alaska, conocida por sus fósiles de dinosaurios. Los científicos identificaron más de 50 huesos y fragmentos de huesos de aves.
“Encontrar huesos de aves del Cretácico ya es algo muy raro”, afirmó Pat Druckenmiller. “Encontrar huesos de crías de pájaros es casi inaudito, por eso estos fósiles son importantes”.

“Esto retrasa el registro de reproducción de aves en las regiones polares entre 25 y 30 millones de años. El Ártico se considera la cuna de las aves modernas”: Pat Druckenmiller, directora del Norte de la Universidad de Alaska.
Desde hace décadas los apelontólogos han afirmado que las aves actuales son descendientes directas de los dinosaurios, y que esta evolución ocurrió desde hace millones de años de forma parealela durante el reinado de los dinosaurios que se extendió a lo largo de 160 millones de años, hasta que hace 65 millones de años ocurrió la catástrofe del Chicxulub.
“Es fascinante, cuando visitas Creamer’s Field —una zona de parada para gansos, patos y grullas migratorias—, saber que han estado haciendo esto durante 73 millones de años”, dijo Pat Druckenmiller. “Pusimos a Alaska en el mapa de las aves fósiles. Nadie lo tenía en mente”.
La colección demuestra el valor de un enfoque de excavación e investigación poco común en la Formación Prince Creek, en gran medida por que la paleontología de vertebrados se centra en la recuperación de huesos grandes. Pero el equipo de científicos se aseguró de obtener todos los huesos y dientes posibles, desde los visibles hasta los microscópicos.
Para ello, utilizaron la técnica que consiste en transportar recipientes con sedimento tamizado al laboratorio para su examen al microscopio, que ha permitido descubrir numerosas especies nuevas y obtener conocimientos sin precedentes sobre el comportamiento y la fisiología de los dinosaurios, las aves y los mamíferos que vivieron en el Ártico durante el Cretácico.

Foto cortesía de: Kevin May/Science.
“Ahora somos uno de los mejores lugares para encontrar fósiles de aves de la era de los dinosaurios”, afirmó Druckenmiller. “En términos de información, estos pequeños huesos y dientes son fascinantes y proporcionan una comprensión increíblemente profunda de los animales de esta época”.
Todavía queda por confirmar si los huesos encontrados en el río Colville corresponden a los miembros más antiguos conocidos como Neornithes, el grupo que incluye a todas las aves modernas. Algunos de los nuevos huesos presentan características esqueléticas que solo se encuentran en ese grupo. Y, al igual que las aves modernas, algunas de estas aves carecían de dientes.
“Si pertenecen al grupo de las aves modernas, serían los fósiles de este tipo más antiguos jamás encontrados”, afirmó Druckenmiller. Pero para ello, los científicos tendrían que encontrar un esqueleto parcial o completo.
