Más de 23 mil especies de animales que viven en las aguas dulces del planeta como lagunas, lagos, pantanos, humedales, ríos, arroyos, marismas y charcas, entre otros, se encuentran en peligro de extinción. Esto representa el 24% de las especies analizadas en una evaluación detallada llevada a cabo por científicos de 30 países, incluido México.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Las aguas dulces albergan más del 10% de todas las especies conocidas y esta diversidad ofrece múltiples beneficios, como el ciclo de nutrientes de las aguas superficiales y suelos, el control de inundaciones y la mitigación de los efectos del cambio climático.
Publicada en la revista Nature, la investigación identifica las principales amenazas que enfrenta la fauna de estos cuerpos de agua y puede ayudar llevar a cabo políticas públicas para reducir la pérdida de biodiversidad en el presente y el futuro.
“Los ecosistemas de agua dulce son altamente biodiversos e importantes para los medios de vida y el desarrollo económico, pero están bajo un estrés sustancial”, indican los científicos encabezados por Catherine Sayer, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y sus colegas, entre ellos el investigador mexicano Topiltzin Contreras MacBeath, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
El análisis (leer en: DOI 10.1038/s41586-024-08375-z) identifica las principales amenazas: “Encontramos que una cuarta parte está en peligro de extinción. Las amenazas más frecuentes incluyen la contaminación, las represas y la extracción de agua, la agricultura y las especies invasoras, y la sobreexplotación también provoca extinciones”.
El estudio encontró que el 54% de las especies son afectadas por la contaminación, el 39% por las presas y la extracción de agua, el 37% por el cambio de uso de suelo y los efectos asociados a la agricultura, y el 28% por las especies invasoras y enfermedades.
“Los declives continúan, generalmente fuera de la vista y de la mente, a pesar de la importancia del reino de agua dulce que sustenta más del 10% de todas las especies conocidas”.
Hasta la fecha, señalan los investigadores, las evaluaciones globales integrales del riesgo de extinción no han incluido ningún grupo de especies que viva principalmente en aguas dulces, por lo que se trata del primer estudio global en la fauna de estos ecosistemas, que son de los más afectados por la pérdida de biodiversidad.
“Los declives continúan, generalmente fuera de la vista y de la mente, a pesar de la importancia del reino de agua dulce”, señala el artículo. “Las aguas dulces sustentan más del 10% de todas las especies conocidas, incluyendo aproximadamente un tercio de los vertebrados y la mitad de los peces, mientras que solo cubren menos del 1% de la superficie de la Tierra”.
Peces como truchas, mojarras y salmones; crustáceos decápodos, como cangrejos de río y camarones; odonatos, como libélulas, caballitos del diablo y moscas damisela, son parte de las 23,496 especies que ahora se han sumado a la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Parte de la sexta extinción masiva
Al estudiar los humedales naturales continentales los científicos observaron que el 35% de ellos se perdieron entre 1970 y 2015, a un ritmo tres veces más rápido que el de los bosques. De los cuerpos de agua restantes, el 65% se encuentran bajo niveles de amenaza moderados a altos y el 37% de los ríos de más de 1,000 km ya no fluyen libremente en toda su extensión.
Hace más de 20 años que se dispone de evaluaciones integrales de la diversidad de aves, anfibios y mamíferos, y se cuenta con evaluaciones repetidas; estos datos permiten llevar a cabo trabajos científicos y las políticas públicas en materia de conservación. De hecho, recientemente, también se completó una evaluación mundial de reptiles, que puso de relieve las necesidades de conservación compartidas de todos los tetrápodos.
Sin embargo, dice el estudio, la generación de datos y evaluaciones mundiales de peces de agua dulce e invertebrados ha recibido comparativamente poca inversión, voluntad política o atención, incluso por parte de la comunidad conservacionista, limitando el establecimiento de medidas de conservación de los sistemas de agua dulce, así como el uso y la calidad del agua.
A nivel mundial la biodiversidad del planeta está enfrentando la sexta extinción masiva ocasionada por el ser humano que, de acuerdo con los científicos mexicanos Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la UNAM y Rodolfo Dirzo, de la Universidad de Stanford, está afectando a más de un millón de especies.
La “defaunación” es el término que ellos proponen para referirse al exterminio de especies de animales, similar a la “deforestación” que se usa para la desaparición de árboles y plantas.
Las evaluaciones integrales del riesgo de extinción de especies de la Lista Roja de la UICN se utilizan para documentar y hacer un seguimiento de las tendencias en el estado de la biodiversidad, y para fundamentar las estrategias, políticas y prioridades nacionales y mundiales en materia de biodiversidad con el fin de detener y revertir la pérdida de especies, de ahí la trascendencia de este estudio.
Desde el año 1500 se ha confirmado la extinción de 89 especies y hay otras 178 extinciones que están en proceso de ratificación.
Especies afectadas y causas
La investigación demuestra que los odonatos como libélulas, caballitos del diablo y moscas damisela, se ven afectados en un 61% por la pérdida de hábitat, un 57% por la agricultura, 29% por la tala de árboles y el desarrollo urbano, y el 28% por la contaminación, principalmente en sus etapas larvarias.
Para los decápodos, la contaminación se considera la amenaza más prevalente, con el 60%, lo que sugiere que el deterioro de la calidad del hábitat está impulsando el riesgo de extinción. Las efluentes agrícolas y forestales incluidas las cargas de nutrientes, herbicidas y pesticidas, así como la sedimentación las afectan en un 39%, y las aguas residuales domésticas y urbanas con el 33%, incluidas las escorrentías y las aguas residuales.
La contaminación también es considerada la amenaza clave para los peces con el 59%, en tanto que las efluentes agrícolas y forestales con el 45%, seguidos de las aguas residuales domésticas y urbanas (29%) y los efluentes industriales y militares (21%, incluidas las filtraciones de la minería y la exploración petrolera).
Estudios científicos sostienen que la mayoría de las extinciones son causadas por múltiples factores que a menudo interactúan y más de dos tercios de las especies extintas tienen más de una amenaza registrada.
Si analizamos los riesgos por pares, las presas y la gestión del agua en combinación con la contaminación o las especies invasoras y las enfermedades se registraron como los impulsores conjuntos más comunes de extinción.
En general, cerca de una cuarta parte (24%) de estas especies corren un alto riesgo de extinción, y los decápodos tienen el mayor porcentaje de especies amenazadas con el 30%, en comparación con el 26% de los peces de agua dulce y el 16% de los odonatos.
Desde el año 1500 se ha confirmado la extinción de 89 especies y hay otras 178 extinciones que están en proceso de ratificación.
Los científicos señalan la urgencia de actuar para abordar las amenazas y evitar más disminuciones y pérdidas de especies. “La falta de datos sobre el estado y la distribución de la biodiversidad de agua dulce ya no puede utilizarse como excusa para la inacción”, enfatizan.
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