La nueva variante del SARS-CoV-2 identificada en Sudáfrica en diciembre pasado, conocida como B.1.351, puede reducir en dos tercios la efectividad de la vacuna BNT162b2 desarrollada por la empresa biotecnóloga alemana BioNTech y producida por la farmacéutica Pfizer, de las que el gobierno de México ha comprado más de 34 millones de dosis.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!De acuerdo con un estudio publicado el 17 de febrero en la revista The New England Journal of Medicine (la más importante en el campo de la medicina) por un equipo de científicos de la empresa Pfizer y de la Rama Médica de la Universidad de Texas, encabezado por Philip Dormitzer, la nueva variante tiene una mutación en la proteína espiga o de pico –que usa el coronavirus para infectar las células humanas–, llamada N501Y, que no solo la hace altamente contagiosa sino que reduce en casi 70% la protección de la vacuna.
Desde que se anunció el descubrimiento de la nueva variante junto con otras dos identificadas en Reino Unido (linaje B.1.1.7) y Brasil (linaje P.1), todas con mutaciones en la proteína espiga o de pico –que forma las protuberancias del coronavirus y que le da el aspecto de llevar corona vista al microscopio–, los científicos sabían el riesgo de que fueran más contagiosas y resistentes a la protección de las vacunas.
Para probar la efectividad de la vacuna, desarrollaron tres virus recombinantes modificado genéticamente que contienen las mismas mutaciones que se encuentran en el nuevo linaje B.1.351 (N501Y, K417N y E484K) y midieron el efecto de los agentes protectores neutralizantes en muestras de sangre obtenidas de 15 personas vacunadas con las dos dosis de BNT162b2 y observaron que B.1.351 puede reducir dos tercios la protección de los anticuerpos generados por la vacuna.
También lo probaron con la cepa del SARS-CoV-2 llamada D614G, que es la predominante a nivel mundial, y observaron que la vacuna protege en más de un 90% contra ella.
Cabe recordar que BNT162b2 es la primera inmunización de ARN mensajero y se aplica en dos dosis inyectables separadas por 28 días. Fue idea de Ugur Sahin y Özlem Türeci científicos alemanes de origen turco que crearon la empresa biotecnológica BioNTech.
La vacuna utiliza el gen con las instrucciones de la espiga “S” o de pico y que al entrar a las células genera una respuesta inmune de las personas vacunadas. En las pruebas clínicas con 44 mil personas, se demostró que las protege contra la COVID-19 con una eficacia del 95% en todos los grupos de voluntarios, incluidos los adultos mayores de 65 años.
En un comunicado de prensa del 17 de febrero de la empresa BioNTech se informa que Pfizer y BioNTech “están tomando las medidas necesarias, haciendo las inversiones correctas y entablando las conversaciones apropiadas con los reguladores para estar en condiciones de desarrollar y buscar la autorización para una vacuna de ARNm actualizada o un refuerzo una vez que una cepa reduce significativamente la protección contra la vacuna está identificada”.
La empresa también indicó que se encuentran evaluando la neutralización de SARS-CoV-2 con las mutaciones de pico de la cepa brasileña, así como de otras variantes con otras mutaciones para “monitorear la efectividad de su vacuna en el mundo real” ya que la tecnología patentada de vacunas de ARNm “permite desarrollar nuevas variantes de vacunas si es necesario”.
También esquiva a la vacuna de AstraZeneca
La mutación es algo inherente a los virus, a veces surgen y desaparecen nuevas variantes, algunas de ellas persisten y vuelven a cambiar. Este es el principal arsenal de sobrevivencia de los virus y el SARS-CoV-2 evoluciona y muta rápidamente.
Uno de los cambios que más preocupa es la mutación N501Y que le permite al coronavirus aumentar la fuerza con la que la proteína se une al receptor humano llamado Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ACE2, por sus siglas en inglés) que usa el virus como una pequeña puerta molecular para invadir las células humanas.
En la variante B.1.351 un equipo de investigadores sudafricanos encabezados por Penny L. Moore, del Instituto de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica, encontró 9 cambios en la proteína espiga en especial una mutación denominada N501Y.V2.
“Identificamos cambios asociados con un aumento de la transmisibilidad”, señalan los científicos en el artículo publicado el pasado 19 de enero en la revista bioRxiv, de la British Medical Journal y la Universidad de Yale. También notaron una acumulación de mutaciones en dos regiones inmunodominantes de la proteína espiga, lo que sugiere mayor capacidad de escapar a los anticuerpos que producen tanto las vacunas como las infecciones previas.
“Aquí mostramos que las mutaciones de pico en el linaje 501Y.V2 confieren una vía de escape a la neutralización de múltiples clases de anticuerpos monoclonales dirigidos contra el SARS-CoV-2. Además, observamos un aumento significativo a la resistencia ante la neutralización del plasma de individuos previamente infectados con SARS-CoV-2, con implicaciones tanto para las tasas de reinfección como para la eficacia de las vacunas”.
Los resultados de la investigación demuestran que la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y producido por la farmacéutica AstraZeneca tiene una eficacia de entre 23% y 27% contra la variante sudafricana, mientras que las personas que ya se han infectado por SARS-CoV-2 solo adquieren una protección de anticuerpos del 32%. De acuerdo con un artículo publicado el 8 de febrero en la revista Science, la vacuna de AstraZeneca tiene una eficacia de solo el 22% contra B.1.351.
Cabe recordar que el gobierno mexicano compró, por un monto que se mantiene en la opacidad, más de 77 millones de dosis de esta vacuna que no es efectiva contra la variante sudafricana que se está extendiendo rápidamente por el mundo.
En una conferencia de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que se discutieron estos hallazgos, se señaló que la vacuna AstraZeneca aún puede desempeñar un papel importante. El gobierno de Sudáfrica esta cambiando su esquema de inmunización que incluía esta vacuna.
Por su parte, en un comunicado de la Universidad de Oxford se informó que ya iniciaron los trabajos para desarrollar una candidata a vacuna de segunda generación, dirigida contra la variante sudafricana B.1.351.
Los laboratorios están preocupados ante la virulencia de la nueva variante que ya se ha localizado en 41 países, incluido Estados Unidos. Novavax y Johnson & Johnson están realizando pruebas y analizando sus ensayos clínicos en Sudáfrica. Novavax comunicó que su vacuna fue menos del 50% efectiva en la prevención de COVID-19 con B.1.351, mientras que Johnson & Johnson informó que su vacuna de inyección única fue solo 57% efectiva.