Hace algunas semanas la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció un gran ensayo global llamado Solidarity (Solidaridad), para encontrar terapias contra la pandemia de COVID-19, y como un primer paso se encuentra probar la efectividad y seguridad de algunos de los medicamentos antivirales que ya existen, entre los que destaca el remdesivir, desarrollado originalmente contra la hepatitis C.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Patentado por la empresa Gilead Sciences, es el fármaco más prometedor que está probando la OMS y en él participan médicos, investigadores y pacientes de 100 países, entre ellos México.
Es un antiviral de amplio espectro, análogo de nucleótidos que bloquea el ARN polimerasa del virus del Ébola y evita su replicación, es decir, evita que se multiplique al inmovilizar su material genético. Su uso clínico ha sido seguro contra el Ébola, por ello, se iniciaron ensayos contra el SARS-CoV-2.
Gilead Sciences descubrió la efectividad del remdesivir durante el brote de Ébola de 2014 en África occidental. Aunque el medicamento no fue efectivo en el tratamiento en etapa tardía, demostró ser bastante seguro al inicio de la enfermedad.
Los científicos ya han probado en experimentos de laboratorio y estudios en animales que el medicamento puede ayudar a tratar y prevenir infecciones de los coronavirus que causan SARS (síndrome respiratorio agudo severo) y MERS (síndrome respiratorio del Medio Oriente).
A pesar de los indicios de que este medicamento también destruye al SARS-CoV-2, los resultados de los ensayos clínicos actuales todavía son insuficientes y no se ha logrado un tratamiento terapéutico totalmente efectivo. Para lo cual se requieren más investigaciones con animales y en humanos.
En enero pasado se publicó un artículo en el que remdesivir mostró ser activo contra un aislado clínico de SARS-CoV-2, y efectivo en experimentos con ratones infectados con el virus MERS, aún mejor que una combinación de lopinavir/ritonavir e interferón beta, para mejorar la función pulmonar.
En un artículo publicado en Nature se informó que el remdesivir tiene una eficacia bastante alta contra otros coronavirus y, por lo tanto, es uno de los principales candidatos para someterse a pruebas clínicas. El tratamiento temprano con este medicamento antiviral en macacos infectados con SARS-CoV-2 ha demostrado reducir la carga viral y prevenir la enfermedad pulmonar.
“Los resultados respaldan el uso temprano de remdesivir en pacientes con COVID-19 para prevenir la progresión a neumonía”, señala el artículo científico. Reduce la gravedad de la enfermedad, disminuye la replicación del virus y el daño a los pulmones en un modelo de MERS en primates no humanos.
El equipo de científicos encabezado por Emmie de Wit, del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) de EE. UU., analizó los efectos del tratamiento con el fármaco en macacos rhesus 12 horas después de ser infectados. Cerca del pico de replicación del virus recibieron tratamiento, no mostraron signos de enfermedad respiratoria y redujeron el daño en los pulmones. Las cargas virales en el tracto respiratorio inferior también disminuyeron 100 veces.
Los resultados indican que las dosis utilizadas en los monos fue equivalente a la usada en humanos, y observaron que entre más temprano se inicia el tratamiento se lograr el máximo efecto.
Sin embargo, de acuerdo con un estudio publicado el pasado 26 de mayo en The New England Journal of Medicine –una de las revistas de mayor impacto en el campo de la biomedicina–, se indica que este fármaco fue más beneficioso para pacientes hospitalizados con la enfermedad grave que requirieron oxígeno suplementario.
La investigación llevada a cabo entre mil 63 pacientes de 10 países indica que los pacientes que recibieron remdesivir tuvieron un tiempo de recuperación más corto que aquellos que recibieron placebo. El tiempo medio de recuperación fue de 11 días para los pacientes tratados con el fármaco, en comparación con los 15 días para los que recibieron placebo.
Como parte de su lucha contra la pandemia, el NIAID lleva a cabo un ensayo clínico con remdesivir conocido como ACTT 2, que evalúa la efectividad de este fármaco en combinación con el medicamento antiinflamatorio baricitinib.
Cabe resaltar que el remdesivir no se comercializa ni se distribuye en México, sin embargo, este medicamento ha sido aplicado a los pacientes mexicanos que forman parte del ensayo global Solidarity.
Quizá sea el momento para que la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios inicien los trámites para su importación, que seguramente será a un alto costo. Somos un país tercermundista con una enorme dependencia científica y tecnológica, pero eso no impide que por lo menos seamos buenos compradores e importadores.