Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego analizó genomas del coronavirus de los primeros casos y simuló las primeras etapas del brote de SARS-CoV-2 en Wuhan, China, y concluyó que el virus probablemente empezó a circular entre los humanos desde mediados de octubre de 2019, dos meses antes de lo informado por las autoridades chinas, que comunicaron del primer caso en diciembre de ese mismo año.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Las estimaciones que se publican hoy en la revista Science son muy distintas a las reportadas hasta ahora. La versión oficial sostenía que el primer caso pudo ocurrir en un mercado de mariscos en la ciudad china, donde se vendían ejemplares tanto vivos como muertos de diversas especies de animales, entre ellos pangolines y murciélagos.
Comprender cuándo surgió el SARS-CoV-2 es fundamental para evaluar la manera en cómo los científicos pueden monitorear nuevos patógenos que puedan transmitirse de animales a humanos (zoonosis) y comprender por qué se fracasó en los esfuerzos iniciales de contención y mitigación de la COVID-19.
Los investigadores encabezados por Jonathan Pekar, del Departamento de Informática Biomédica, de la Universidad de California San Diego, simularon las primeras etapas del brote de SARS-CoV-2 en China, y descartan que el inicio de la pandemia haya sido el mercado de mariscos de Huanan, en Wuhan, a fines de 2019 ya que, aunque los primeros genomas del virus se obtuvieron de muestras de personas infectadas en ese lugar, muchos de los primeros casos reportados a principios de diciembre no tenían ninguna conexión con el mercado; además, en la prensa china se reportaron casos de COVID-19 desde noviembre.
Utilizaron un enfoque combinado, llamado “coalescente”, mediante el cual analizaron el árbol genealógico del virus (filogenética) por medio de la técnica denominada “reloj molecular bayesiano”, que permite estimar el tiempo retrospectivo para rastrear el ancestro común más reciente de las cepas obtenidas del coronavirus. Analizaron 583 genomas completos de SARS-CoV-2, muestreados en China en el momento en que se descubrió el virus por primera vez a fines de diciembre de 2019, hasta los obtenidos a fines de abril de 2020.
Además, usaron un modelo epidemiológico (análisis del comportamiento de la enfermedad en la comunidad) avanzado, con el cual llevaron a cabo simulaciones considerando la posibilidad de que la variante de SARS-CoV-2, que surgió por primera vez, fuera menos apta que la que se extendió ampliamente. De esta manera, determinaron cuánto tiempo pudo haber circulado el virus antes de la época del ancestro común más reciente.
Simularon epidemias en dos fases: una en la que el primer caso de infección fue con una variante menos apta que se extinguió, pero antes de desaparecer dio lugar a una cepa mutante que persistió; y la otra, con una cepa del virus que prevalece desde la infección inicial y que se extiende principalmente en entornos urbanos. A través de este enfoque, los científicos observaron una simulación en la que aproximadamente dos tercios de los contagios desaparecieron sin provocar una pandemia.
Descartado el mercado de mariscos
Los resultados sostienen que el nuevo coronavirus circulaba en la provincia de Hubei en niveles bajos desde octubre de 2019 y a principios de noviembre la prevalencia del virus era demasiado baja como para ser descubierta. Pero cuando se identificó por primera vez en diciembre, el virus ya se había establecido y circulaba ampliamente en Wuhan.
“Nuestros resultados definen el período comprendido entre mediados de octubre y mediados de noviembre de 2019 como el intervalo plausible cuando surgió el primer caso de SARS-CoV-2 en la provincia de Hubei”, señalan los investigadores en el artículo.
Ponen el acento en el retraso en la identificación del nuevo virus, lo cual resalta la dificultad al vigilar nuevos patógenos zoonóticos con alta transmisibilidad y con tasas de mortalidad moderada.
También observaron que, aunque todos los primeros casos documentados de COVID-19 se encontraron en la provincia de Hubei, no se puede descartar la posibilidad de que el primer caso haya adquirido inicialmente el virus en otro lugar, si bien las primeras cadenas de transmisión de persona a persona detectadas hasta ahora se remiten a Wuhan.
Las circunstancias que rodearon la aparición del SARS-CoV-2 siguen sin conocerse del todo y, aunque el SARS-CoV-2 es un virus que se adapta y muta constantemente para propagarse entre los humanos, los investigadores hasta ahora no saben si el virus que surgió por primera vez era menos apto que el virus que se propagó por China y el mundo.
Por otro lado, todavía no se ha encontrado el reservorio animal de donde surgió el coronavirus, o el hipotético hospedero intermedio, pero en cualquiera de los dos casos el mercado de mariscos ha quedado descartado.
Misión de la Organización Mundial de la Salud
Desde marzo de 2020, equipos de científicos han tratado de rastrear cuándo inició la transmisión del SARS-CoV-2 entre los humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió una misión de 17 científicos al que se sumaron 17 investigadores chinos, que investigan los orígenes del coronavirus y, de manera preliminar, ha dado a conocer que hay indicios de que el brote fue mucho más amplio en Wuhan en diciembre de 2019 de lo que se ha informado hasta ahora.
Peter Ben Embarek, director de seguridad alimentaria y zoonosis de la OMS, informó que la misión había encontrado varios signos de una propagación mucho más amplia en 2019 y que había más de una docena de cepas del virus en Wuhan en diciembre de ese año. El informe oficial de la OMS sobre los primeros datos de esta investigación supuestamente serían dados a conocer esta misma semana, pero hasta, la noche de este jueves 10 de marzo, no se había relevado la información.
Los resultados del artículo publicado en Science coinciden con lo informado por la misión de la OMS en febrero de 2021: Luego de analizar las muestras de los genomas de los coronavirus de los primeros casos detectados en China, se encontraron 13 secuencias genéticas diferentes del virus SARS-COV-2, es decir, 13 variantes distintas, a partir de diciembre de 2019. Algunas de ellas de pacientes contagiados en el mercado, pero otras de pacientes distribuidos en distintos puntos geográficos de la provincia de Hubei.
Delimitar la fecha, la ubicación y las circunstancias de la infección original por SARS-CoV-2 en humanos es fundamental para comprender la mejor manera de reaccionar, con un enfoque preventivo y en poco tiempo, ante el surgimiento de futuras pandemias.