Mientras que las 10 vacunas que hasta hoy se aplican en todo el mundo contra la COVID-19 son eficaces y seguras, todavía continúa la búsqueda de medicamentos confiables para el tratamiento terapéutico de todo el espectro de personas contagiadas, por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció un nuevo ensayo clínico global para probar tres medicamentos que ya existen y que se usan contra otros padecimientos.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El nuevo ensayo clínico se llama Solidarity PLUS y se lleva a cabo en más de 14 mil personas infectadas por el coronavirus de 52 países, entre ellos, México.
Luego del fallido primer ensayo mundial Solidarity, ahora se analizarán tres medicamentos que fueron seleccionados por un panel de expertos independientes dado su potencial para reducir el riesgo de muerte en pacientes hospitalizados con COVID-19; estos son: el artesunato, que se emplea para el tratamiento de casos graves de paludismo; el imatinib, que se utiliza en el tratamiento de algunos tipos de cáncer; y el infliximab, que se usa contra enfermedades del sistema inmunológico como la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide.
A lo largo de los meses que lleva la pandemia se han llevado a cabo cientos de ensayos clínicos para el tratamiento de la enfermedad, pero ninguno ha tenido resultados tan exitosos como las vacunas aprobadas hasta ahora.
Se han probado los antivirales disponibles incluidos aquellos contra el VIH, el Ébola y la hepatitis, así como antiinflamatorios, antimicrobianos, monoclonales, inmunosupresores y una gran variedad de medicamentos, pero la mayoría de las terapias han tenido resultados limitados.
Por ello, la OMS probará estos tres fármacos para observar sus efectos contra el coronavirus en todo el espectro de edades y de gravedad de la enfermedad, con la esperanza de obtener terapéuticas eficaces y seguras.
Aunque existen algunos fármacos nuevos en experimentación por algunas farmacéuticas y equipos de científicos de universidades e instituciones de países del primer mundo, las pruebas con medicamentos son mucho más lentas y complejas que con las vacunas, por lo que se tendrán resultados en el mediano plazo.
“Encontrar tratamientos más eficaces y accesibles para los pacientes con COVID-19 sigue siendo una necesidad crítica, y la OMS se enorgullece de liderar este esfuerzo mundial”.
Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS.
En contraste, de acuerdo con el COVID-19 Landscape of novel coronavirus candidate vaccine development worldwide, de la OMS, hay casi 300 vacunas más en fase de experimentación, de las cuales 110 se encuentran en alguna etapa de ensayo clínico en humanos y 184 en fase preclínica, con células y animales.
“Encontrar tratamientos más eficaces y accesibles para los pacientes con COVID-19 sigue siendo una necesidad crítica, y la OMS se enorgullece de liderar este esfuerzo mundial”, señaló Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS. “Me gustaría agradecer a los gobiernos participantes, compañías farmacéuticas, hospitales, médicos y pacientes, que se han unido para hacer esto en verdadera solidaridad global”.
En Solidarity PLUS participan más estados miembros de la OMS que en el primer ensayo. Las pruebas clínicas serán llevadas a cabo por 2 mil investigadores en más de 600 hospitales de 52 países –22 más que en el primer experimento. Para ello, serán reclutados 14 mil 200 pacientes en quienes se evaluarán múltiples tratamientos al mismo tiempo utilizando un solo protocolo.
Hasta hoy, han fallecido más de 4 millones 361 mil personas por la pandemia y más de 207 millones han sido infectadas en todo el mundo, y a pesar de que en varios países la vacunación sigue avanzando la pandemia esta lejos de terminar pues decenas de miles de infecciones ocurren día con día en todo el mundo ante la variante Delta del coronavirus.
A través de una conferencia desde Ginebra, Suiza, Ghebreyesus subrayó la necesidad de encontrar terapias efectivas y accesibles, aunque ya se tienen muchas herramientas para prevenir, probar y tratar la COVID-19, incluidos el oxígeno, la dexametasona y los bloqueadores.
“Pero necesitamos más, para los pacientes en todos los extremos del espectro clínico, desde la enfermedad leve a la grave”, dijo. “Y necesitamos trabajadores de la salud que estén capacitados para usarlos en un ambiente seguro”.
Pensados para otras enfermedades, los farmacos de Solidarity PLUS podrían ser reutilizados contra el SARS-CoV-2 y aunque ninguno atacará al coronavirus directamente, se espera disminuir algunos de los principales síntomas en las diversas etapas de la enfermedad y disminuir la mortalidad.
El fracaso de Solidarity
A inicios de la pandemia, la OMS seleccionó cuatro medicamentos que se probaron en el ensayo Solidarity que incluyó la cloroquina e hidroxicloroquina, usada con éxito contra la malaria; el remdesivir, que se emplea contra el Ébola; el opinavir y ritonavir, usados contra el VIH; y el interferón beta. Pero luego de varios meses de ensayo ninguno tuvo buenos resultados.
En un informe que está apunto de publicarse en una revista científica y que se adelantó su publicación en MedRxiv (https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.10.15.20209817v1.full.pdf), se señala que luego de probar los cuatro medicamentos en 11 mil 266 personas en 405 hospitales de 30 países, ningún fármaco redujo definitivamente la mortalidad entre pacientes que requirieron hospitalización y ventilación mecánica.
“Estos regímenes de remdesivir, hidroxicloroquina, lopinavir e interferón parecieron tener poco o ningún efecto en pacientes hospitalizados con COVID-19, según lo indicado por la mortalidad general, el inicio de la ventilación y la duración de la permanencia en el hospital”, señala el informe de la OMS.
Los tres medicamentos que se analizarán en el nuevo ensayo clínico han sido probados con éxito en sus respectivas aplicaciones para las que fueron desarrollados. El artesunato, es producido por la farmacéutica de la India llamada Ipca (ipca.com), se usa para tratar la malaria y en el ensayo contra el coronavirus se administrará por vía intravenosa durante 7 días, utilizando la dosis estándar que se recomienda para el tratamiento de la malaria grave.
El artesunato es un derivado de la artemisinina, un fármaco antipalúdico extraído de la hierba Artemisia annua, este compuesto y sus derivados se han utilizado ampliamente en el tratamiento de la malaria y otras enfermedades parasitarias durante más de 30 años y se consideran muy seguros, por ello se incluyó en el ensayo.
El imatinib es producido por la multinacional suiza Novartis y se usa como quimioterapia para algunos tipos de cáncer. En el ensayo, se administrará por vía oral una vez al día, durante 14 días, que es la dosis utilizada en tratamientos estándar en los pacientes con neoplasias hematológicas durante períodos prolongados.
Los datos clínicos experimentales y preliminares sugieren que imatinib revierte la fuga capilar pulmonar. Un ensayo clínico aleatorizado realizado en los Países Bajos informó que podría conferir un beneficio clínico en pacientes hospitalizados con COVID-19.
En tanto, el infliximab producido por la trasnacional estadounidense Johnson&Johnson, se usa para tratar enfermedades del sistema inmunológico como la enfermedad de Crohn, y en Solidarity PLUS se suministrará por vía intravenosa como una dosis única. Este fármaco es un anticuerpo monoclonal que ha sido aprobado para el tratamiento de ciertas afecciones inflamatorias autoinmunes durante más de 20 años, lo que demuestra una eficacia y seguridad favorables para restringir la inflamación de amplio espectro, incluso en poblaciones de ancianos que son clínicamente más vulnerables al COVID-19.
Esperemos que este nuevo ensayo arroje luz al final del túnel y que permita estandarizar terapéuticas eficaces y seguras contra la terrible pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2.