Una característica común de COVID-19 que han identificado los médicos y científicos de todo el mundo es que en pacientes críticos se presenta lo que han llamado “tormenta de citocinas o citoquinas”, que es una peligrosa sobrerreacción del sistema inmune de los enfermos que lo hace atacarse a sí mismo.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Usualmente, cuando se enfrenta a nuevos patógenos como virus, bacterias, hongos, etc., el sistema inmune humano utiliza una serie de elementos defensivos, entre ellos una proteína producida por los linfocitos llamada citoquina o citocina que, entre otras cosas, envía las señales para que las células inmunológicas inicien el ataque contra el patógeno invasor. Con frecuencia, entre más grave es la infección más citocinas se activan, pero una vez que se vence al enemigo se “apagan”.
Sin embargo, entre un 15% y 25% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 presentan respuestas descontroladas en su sistema inmune y su organismo continúa produciendo citocinas a niveles exorbitantes, aún cuando los virus han sido sometidos. Estas citocinas atacan las células y los tejidos de múltiples órganos y, si no se detiene esta sobrerreacción inmunológica, puede ocasionar la muerte.
Para contener esta tormenta médicos de todo el mundo están probando medicamentos que ya se utilizan en otros padecimientos para disminuir la reacción del sistema inmune uno de ellos es el tocilizumab, que se usa contra la artritis reumatoide o el lupus.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista The Lancet Rheumatology de esta semana por un equipo de investigadores italianos, este medicamento podría ayudar a combatir la tormenta de citocinas y disminuir la necesidad de ventilación mecánica en pacientes graves de COVID-19.
“El tratamiento con tocilizumab, ya sea administrado por vía intravenosa o subcutánea, puede reducir el riesgo de ventilación mecánica invasiva o muerte en pacientes con neumonía grave”, señalan los investigadores encabezados por Giovanni Guaraldi, del Hospital Universitario Policlínico de Módena, Italia.
Los científicos analizaron a mil 351 pacientes que ingresaron a hospitales de las ciudades de Bolonia y Reggio Emilia, en Italia, el 40% (544) padecían neumonía grave, que fueron divididos en dos grupos: a uno de ellos le suministraron tocilizumab y al otro diferentes medicamentos. Los resultados indican que aquellos tratados con tocilizumab un 22.6% requirieron ventilación mecánica invasiva, frente al 36.5% de los sometidos a otros procedimientos.
Asimismo, la mortalidad fue menor entre quienes recibieron el fármaco, con un 7%, mientras que los que recibieron otros tratamientos tuvieron una mortalidad del 20%.
Dada la urgencia de contar con medicamentos para luchar contra el coronavirus, muchos investigadores están reutilizando medicamentos que ya existen como es el caso de tocilizumab, sin embargo, hasta ahora no hay resultados tan esperanzadores como se quisiera.
Con frecuencia se realizan ensayos clínicos con muestras pequeñas de pacientes que no brindan resultados concluyentes, como es el caso de dos estudios llevados a cabo en China en febrero y marzo, que involucraron a solo dos decenas de pacientes de COVID-19, quienes recibieron tocilizumab. Sin embargo, el estudio italiano es el más grande de su tipo reportado hasta ahora y representa un resultado crucial en la lucha contra la pandemia.
Los especialistas observaron que con el fármaco se silencia la actividad de una citocina específica llamada interleucina-6, que está asociada con la respuesta inmune excesiva.
“La investigación es un esfuerzo impresionantemente riguroso llevado a cabo en el apogeo de la pandemia en el norte de Italia, con pacientes inscritos de manera sistemática con consentimiento informado, recopilación de datos estandarizados y resultados de estudios predefinidos”, señala Grant S. Schulert, del Hospital Infantil de Cincinnati. “Las dosis también se estandarizaron a 8 mg/kg (hasta 800 mg) administrados dos veces por vía intravenosa, o 162 mg administrados por vía subcutánea en dos dosis simultáneas (81 mg en cada muslo)”.
Schulert, quien no participó en el estudio, considera que este estudio agrega nueva información clave a nuestra comprensión del tocilizumab en COVID-19, y proporciona pruebas sólidas de que puede prevenir la intubación y muerte en adultos con neumonía grave por la pandemia.