A pesar de que la OMS descartó al fármaco remdesivir, la FDA estadounidense aprobó el antiviral el día del segundo debate presidencia en EE. UU., pero el ensayo Solidarity llevado a cabo en más de 11 mil 266 pacientes en 405 hospitales de 30 países en el mundo demostró que no tuvo impacto positivo en la supervivencia de los pacientes ni en su recuperación, su efecto es similar al placebo.
Las revistas New England Journal of Medicine y Scientific American se pronuncian en contra de la administración Trump por rechazar la evidencia científica en su respuesta frente a la pandemia de COVID-19, que ha sido deliberadamente ignorante e inepta. Ha tomado una crisis y la ha convertido en una tragedia que ha costado la vida a más de 212 mil estadounidenses.
La etapa final de los ensayos clínicos de la inmunización se lleva a cabo en 30 mil personas, el 28% de los diversos grupos étnicos de la sociedad estadounidense. La vacuna ARNm-1273 está hecha del material genético del SARS-CoV-2 que funciona como antígeno que, al introducirse en las células humanas, genera una respuesta del sistema inmunitario y produce anticuerpos contra el coronavirus.
Casi un mes después del anuncio con fanfarria de “la primera vacuna del mundo contra la COVID-19” los científicos rusos publicaron la primera evidencia científica de su ensayo Fase 1-2 en un pequeño grupo de 76 personas, y aunque produce niveles modestos de anticuerpos contra el coronavirus, para conseguirse una vacuna aún faltan ensayos masivos en grupos vulnerables y de control.
La respuesta inmune de hombres y mujeres frente al coronavirus es diferente: mientras en el sexo femenino los niveles más altos de citocinas se asociaron con una peor respuesta a la enfermedad, en el sexo masculino el agravamiento ocurrió por una deficiencia en la respuesta de las células T. Eso explica por qué es mayor la tasa de incidencia y mortalidad en varones.
En México ni siquiera se realizará la maquila completa de la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 que desarrolla la Universidad de Oxford, que se está probando en 50 mil personas y que en noviembre se sabrá si previene la infección de forma segura y efectiva. La vacuna utiliza la información genética de la proteína espiga del coronavirus para generar una respuesta inmune del organismo humano.