Los casos no detectados, muchos de los cuales probablemente tuvieron síntomas leves, fueron responsables de la rápida propagación del brote de COVID-19 en China, señala una investigación realizada por científicos de las Universidades de Columbia en Nueva York; de California, en Davis; de Hong Kong en China, de Tsinghua, en Pekin; y del Imperial College, Reino Unido.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Los hallazgos publicados en la revista Science indican que los casos no detectados de COVID-19 fueron muy numerosos antes de que se establecieran las medidas de distanciamiento social y las restricciones de movilidad y viajes de las personas, a fines de enero en la ciudad de Wuhan, en China, epicentro del brote.
Los datos señalan que los infectados no detectados contribuyeron a la mayor parte de la propagación geográfica del virus en China, que hasta hoy arroja 81 mil 139 enfermos, de los cuales 3 mil 130 han fallecido.
Basados en un modelo informático del brote, los científicos señalan que el alto número de infecciones indocumentadas apoyó la rápida propagación geográfica del SARS-CoV-2. El análisis de la prevalencia y el contagio de las infecciones indocumentadas por el coronavirus es fundamental para comprender el potencial pandémico de la enfermedad, particularmente porque “las infecciones no detectadas pueden exponer al virus a una porción mucho mayor de la población”, indica el estudio.
“Estimamos que el 86% de todas las infecciones fueron indocumentadas antes de las restricciones de viaje del 23 de enero de 2020” señala el artículo. “La tasa de transmisión de infecciones indocumentadas fue del 55%”.
El equipo de científicos encabezado por Ruiyun Li, del Imperial College, desarrolló un enfoque de modelado matemático que combina datos dinámicos de metapoblación, información de movilidad de las personas, con los datos de infección reportados y les aplicaron técnicas de inferencia estadística, esto les permitió comprender mejor la cantidad de infecciones indocumentadas que contribuyeron al brote, las características epidemiológicas críticas del virus y su capacidad de contagio.
De esta manera pudieron determinar que las infecciones no registradas de la enfermedad fueron responsables del 79% de los casos documentados. Estos hallazgos explican la rápida propagación geográfica del SARS-CoV-2 e indican que la contención de este virus es particularmente difícil.
Entre los expertos epidemiólogos se sabe que los casos indocumentados pero infecciosos son una característica epidemiológica crítica que modula el potencial epidémico o pandémico de cualquier virus respiratorio emergente, de ahí la necesidad de conocer sus características, su número y la manera en cómo se dispersa.
Estas infecciones no detectadas a menudo experimentan síntomas leves o son asintomáticos y, por lo tanto, no se reconocen.
El modelo matemático desarrollado por los investigadores simula la dinámica espacio-temporal de infecciones entre 375 ciudades chinas y para su análisis dividieron las infecciones en dos tipos: el primero, por personas infectadas documentadas con síntomas lo suficientemente graves como para ser confirmados, es decir, infecciones detectadas; y segundo, por individuos infectados indocumentados.
Calcularon las tasas de transmisión de ambos tipos y analizaron la propagación espacial del SARS-CoV-2 a través de las ciudades por el número diario de personas que viajan de una ciudad a otra, específicamente, analizaron el número diario de viajeros durante el período del Festival de Primavera “Chunyun”, que ocurre 15 días antes y 25 días después del Año Nuevo Lunar, periodo en el que hay altas tasas de viajes dentro de todo el territorio chino. Para dar una idea de las cifras, durante el Chunyun de 2018, hubo un total de 2 mil 970 millones de viajes.
Para hacer este seguimiento analizaron los movimientos registrados por los teléfonos celulares de las personas, así como el análisis de los viajes terrestres y aéreos registrados en prácticamente todo el país asiático.
Los resultados revelan cómo los esfuerzos de control del gobierno y la conciencia de la población después de enero de 2020 redujeron en gran medida la transmisión del virus.
Los autores señalan que los hallazgos clave de su estudio “podrían cambiar en otros países con diferentes prácticas de control, vigilancia e información”, pero abogan por un aumento radical en la identificación de infecciones que actualmente no son detectadas, para controlar completamente al coronavirus.
Encontramos que para COVID-19 en China estos individuos infectados no detectados son numerosos y contagiosos. Estas transmisiones sigilosas continuarán presentando un gran desafío para la contención de este brote en el futuro en todo el planeta.