A diferencia de enfermedades de transmisión sexual como el sida, herpes y papiloma, hasta hace cinco años se desconocía que las enfermedades infecciosas causadas por virus, como el Ébola y el zika, también podían transmitirse a través del semen.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Por ello, desde que inició la pandemia de COVID-19 se sospechaba de la posibilidad de que el coronoavirus también pudiera transmitirse por vía sexual, pero hasta ayer no se había comprobado.
Un equipo de científicos de China pertenecientes al Hospital General del Ejército Popular de Liberación, al Centro Nacional de Investigación Clínica para Enfermedades Renales, al Hospital Pekín-Chaoyang y al Hospital Municipal de Shangqiu, informó en un artículo científico publicado en la revista Enfermedades Infecciosas de la Asociación Médica Americana (JAMA), que el SARS-CoV-2 puede estar presente en el semen de personas contagiadas, sean sintomáticas o no.
Este hallazgo publicado el 7 de mayo, agrega otra posibilidad de contagio del coronavirus, ya que no solo puede transmitirse a través de gotículas y aerosol respiratorios, sino también a través de las heces, la orina y, ahora, el semen.
Los investigadores encabezados por Diangeng Li analizaron muestras de 38 pacientes mayores de edad enfermos por COVID-19, quienes se encontraban internados en el Hospital Municipal de Shangqiu en la provincia de Henan, China, entre el 26 de enero y el 16 de febrero.
Los resultados arrojaron que 6 pacientes tuvieron semen positivo para SARS-CoV-2, es decir, el 15.8% de las muestras contenían el virus y podían transmitir el COVID-19 por vía sexual. Pero lo que llamó más la atención de los investigadores es que en el 8.7% de los casos, correspondió a personas en recuperación ya prácticamente sin síntomas clínicos, lo cual indica que aún cuando se superan las etapas más críticas de la enfermedad, todavía se es portador y transmisor del virus.
Los investigadores subrayan que incluso cuando el virus no puede replicarse en el sistema reproductor masculino, puede persistir en los testículos, especialmente cuando hay inflamación local sistémica a causa de la infección. De hecho, 23 de los participantes (el 60.5%), habían logrado la recuperación clínica y 15 (39.5%) se encontraban en la etapa aguda del síndrome respiratorio.
Desde hace décadas se sabe que el contacto sexual es la principal ruta para las enfermedades de transmisión sexual (ETS), que son causadas por una gran variedad de patógenos como bacterias, protozoarios, virus y hongos, entre otros. Pero con estos resultados se confirma que la presencia del virus en el semen tiende a ser más común de lo que se cree entre los virus que generalmente no se transmiten sexualmente.
“La presencia de virus en el semen puede ser más común de lo que se entiende actualmente”, señalan los investigadores en el artículo. “No se debe suponer que los virus tradicionales de transmisión no sexual están totalmente ausentes en las secreciones genitales”.
Los estudios sobre detección y persistencia de virus en el semen contribuyen a la práctica clínica, para definir su epidemiología y para la salud pública, especialmente si se trata de virus altamente letales y causantes de una gran tasa de morbilidad, como es la COVID-19.
Es importante señalar que este estudio es apenas el primero en demostrar que el SARS-CoV-2 puede transmitirse sexualmente, pero su principal limitante es que la muestra de la investigación es pequeña y tampoco se realizó un seguimiento prolongado de los participantes, por lo que se requieren más estudios.
Por ejemplo, además de muestras más grandes se requiere realizar un seguimiento pormenorizado de cómo se elimina el virus, el tiempo de supervivencia, la concentración del patógeno en el semen, la potencial persistencia y, quizá, la reactivación del virus.
De cualquier manera, más vale tomarse en serio este riesgo de transmisión sexual de COVID-19 y revisar las pautas sobre las prácticas sexuales de los convalecientes, sobrevivientes y del resto de la población.