Desde el año pasado un grupo internacional de intelectuales, científicos y gobiernos propusieron flexibilizar las patentes para que países pobres puedan producir sus propias vacunas genéricas contra la COVID-19, ahora, la administración Biden impulsará esta propuesta ante la Organización Mundial de Comercio. “Estos tiempos y circunstancias extraordinarias exigen medidas extraordinarias”, señala.
El gobierno indio creía que no habría segunda ola pandémica, que ya había aplanado la curva y ante la necesidad de reactivar la economía relajó restricciones. Permitió la libre circulación de personas, reuniones multitudinarias y viajes, todo esto fue el detonante de contagios masivos en muchas ciudades. Aún así su letalidad es del 1% frente al 10% en México.
La candidata a vacuna contra la COVID-19 llamada “Patria” se presentó el pasado 13 de abril como una supuesta inmunización mexicana, pero se trata de un avance científico y un desarrollo tecnológico llevado a cabo por científicos de dos instituciones estadounidenses: la Universidad de Texas en Austin y la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York.
Las vacunas de ARN mensajero como las desarrolladas por las empresas Moderna (ARNm-1273) y BioNTech-Pfizer (BNT162b2), que utilizan el gen que produce la proteína espiga del coronavirus SARS-CoV-2, podrían brindar inmunidad a las personas vacunadas durante, al menos, seis meses contra la COVID-19, de acuerdo con estudios científicos de la CDC de Estados Unidos.
Según las nada confiables y desactualizadas cifras oficiales, hasta hoy se han perdido 200 mil 211 vidas por la COVID-19; de acuerdo con los cálculos de científicos y especialistas, alrededor de 500 mil mexicanos y mexicanas han perdido la vida. Múltiples veces catastrófica, millones de veces dolorosa y trágica. Así ha resultado la pésima “gestión” del gobierno mexicano de la pandemia.
Un equipo de científicos de la Universidad de California en San Diego, reportó en la revista Science que los primeros casos de SARS-CoV-2 en Wuhan, China, pudieron haber ocurrido dos meses antes y en un lugar distinto al mercado de mariscos de Huanan. Asimismo, cuando se alertó al mundo en diciembre de ese año, el virus ya se había establecido y circulaba ampliamente en esa ciudad.