Los hallazgos ayudan a entender la complejidad de esta civilización mesoamericana y demuestran que la arquitectura monumental olmeca, de hace más de tres mil años, se basaba en grandes plazas rectangulares rodeadas de 20 estructuras diseñadas con base en patrones cosmológicos del calendario mesoamericano que fortalecen la teoría del intenso intercambio sociocultural con la cultura maya.