Una cuarta parte de especies de ecosistemas de agua dulce como lagunas, lagos, pantanos y ríos, entre otros, se encuentran en riesgo de desaparecer. Un análisis global indica que más de 23 mil variedades de peces, cangrejos, crustáceos y libélulas son afectadas por actividades humanas como la contaminación, la sobreexplotación y la extracción de agua.
Ante la creciente demanda de alimentos y los desafíos que impone el calentamiento global, la pesca y la acuicultura sostenibles podrían incrementar la producción de carne necesaria para enfrentar el futuro de la alimentación global desde los océanos, al aumentar la producción necesaria para 9 mil 800 millones de personas que habrá en el planeta a mediados del presente siglo.