Al asumir su segundo mandato al frente del gobierno estadounidense, Donald Trump anunció el programa Stargate, con una inversión de 500 mil millones de dólares de recursos públicos, para surtir de agua y energía a las grandes compañías que poseen los principales programas en la inteligencia artificial generativa como OpenAI y Gemini, y los chips de alta tecnología como Nvidia y Oracle.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!
Parecía demasiado dinero para ese objetivo de infraestructura básica, pero el furor ocasionado para generar imágenes con el estilo de las animaciones del Studio Ghibli, mediante el cual se consumieron al menos 216 millones de litros de agua en 5 días a finales de marzo de 2025, puso de relieve la dimensión de las huellas hídrica, energética y de carbono, de las empresas tecnológicas, centros de investigación y desarrollo, y de grandes universidades que tienen sed de agua y consumo voraz de energía.
En un mundo sumergido en el cambio climático no solo se trata de las implicaciones económicas, sino también de las ecológicas, la eficiencia energética y la sostenibilidad de centros de investigación e instituciones de educación superior.
Disminuir los costos económicos y también asumir un compromiso con el medio ambiente y los objetivos de desarrollo sostenible –al que los países miembros se han comprometido con la Organización de las Naciones Unidas– es un aspecto estratégico para el bienestar del planeta.
De ahí la importancia de la presentación de Núcleo, una nueva central energética del Tecnológico de Monterrey. Desde ella se ofrecerán servicios de producción de agua helada, energía térmica y eléctrica para una amplia área geográfica del campus que ocupa el Tecnológico en la ciudad de Monterrey, conocida como Distrito Tec, compuesto por 56 hectáreas en las que se encuentran instalaciones académicas, de investigación y desarrollo tecnológico, que atienden a 30 mil estudiantes.
Este tipo de infraestructura especializada requiere una inversión cuantiosa, tal y como lo anunció Trump en Estados Unidos, pero en el caso del Tec de Moterrey siginificó una inversión de 600 millones de pesos en Núcleo, para brindar servicios de aire acondicionado, calefacción, agua potable, distribución de energía eléctrica y sistemas contra incendios, con el reciclamiento de agua y fuentes renovables de energía.
“Núcleo es un gran esfuerzo de mitigación, adaptación, formación, investigación, vinculación y cultura”, señaló Juan Pablo Murra Lascuráin, rector del Tec de Monterrey, durante su inauguración el 14 de mayo. “Manda una señal de que nuestro compromiso con el medio ambiente es evidente”.
“Núcleo es un gran esfuerzo de mitigación, adaptación, formación, investigación, vinculación y cultura. Manda una señal de que nuestro compromiso con el medio ambiente es evidente”: Juan Pablo Murra Lascuráin, rector del Tec de Monterrey.

Infraestructura para el desarrollo sostenible
Con esta infraestructura, el Tec de Monterrey espera reducir de manera más eficiente su huella de carbono y contribuir al desarrollo sostenible del campus y, eventualmente, de todo el Tec. Se espera que, en el mediano plazo, más de 30 edificios del campus reciban los servicios de aire acondicionado, agua potable, distribución eléctrica y sistema de protección contra incendios.
Todos estos servicios son abastecidos y controlados desde un mismo centro. “En lugar de invertir en calderas y en instalaciones para cada edificio, se hace desde aquí”, indica Mario Adrián Flores Castro, director general del campus Monterrey.
Núcleo cuenta con sistemas de reciclamiento de agua, mediante los cuales se genera agua helada para el servicio de enfriamiento de más de 30 laboratorios científicos que requieren enfriamiento especializado. Este mismo líquido se usa para los sistemas de aire acondicionado y ventilación, que se distribuye a los edificios de investigación y a las residencias estudiantiles del Distrito de Innovación Monterrey, por medio de tres circuitos subterráneos secundarios.
Los sistemas de riego de áreas verdes y contra incendios también usan el agua tratada que se almacena en una cisterna de 60 metros cúbicos. Cuenta con sistemas de potabilización de agua para el consumo humano, que llega a los distintos edificios, el estadio de fútbol americano del los Borregos Salvajes del Tec y áreas comunes, dispensada mediante bebederos.
En este mismo edificio —que inició su construcción hace tres años— se tiene un sistema de generación eléctrica de media tensión que es dirigido y monitoreado desde el Sistema de Gestión Central, que además controla los circuitos mecánicos e hidráulicos.
“Esta central de energía que consideramos, es la primera en su tipo en Latinoamérica, nos permitirá reducir nuestra huella de carbono”: Mario Adrián Flores Castro, director general del campus monterrey.






“Esta infraestructura es un proyecto modular que se construyó para crecer hasta los próximos 20, 30 y 40 años. Estas instalaciones crecen como un Lego, de forma modular”, dice Flores Castro. “Esta central de energía que consideramos, es la primera en su tipo en Latinoamérica, nos permitirá reducir nuestra huella de carbono”.
El impacto de Núcleo —un edificio compuesto de 4 plantas más el sótano y la azotea— hacia el medio ambiente permitirá reducir 14 mil 200 toneladas de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero.
Asimismo, se construyó en el campus sobre una de las calles icónicas de Monterrey, la avenida Garza Sada, con el objetivo de visibilizar sus esfuerzos, para reducir su huella hídrica, mostrar sus sistemas de reciclamiento y su eficiencia energética. “Estamos en el lugar más visible, para que otras empresas e instituciones se estimulen a invertir en el uso eficiente de energías y que tengan un impacto ecológico para esta ciudad”, dijo Flores Castro.
La nueva infraestructura contribuirá al desarrollo sostenible del campus y su entorno, asimismo, se suma al compromiso Race to Zero de ser una institución cero emisiones netas para 2040, un compromiso que se orienta a reducir el 90 % de todos los gases de efecto invernadero emitidos por el Tec de Monterrey.

La sed de las compañías tecnológicas
Hasta hoy se desconoce la verdadera dimensión de las huellas hídrica, energética y de carbono de la inteligencia artificial generativa y las grandes empresas tecnológicas, que las mismas compañías buscan mantener en secreto, pero se sabe que es altísimo. Por ejemplo, tan solo el entrenamiento del modelo de lenguaje ChatGPT-3 en EE. UU. evaporó directamente 700,000 litros de agua dulce limpia.
Se estima que para 2027 la demanda mundial de IA representará entre 4,200 y 6,600 millones de metros cúbicos de extracción de agua, lo que supera la extracción anual total de agua de Dinamarca o la mitad del Reino Unido. Esto es preocupante, ya que la escasez de agua potable se ha convertido en uno de los desafíos más apremiantes para el planeta.
Y en cuanto a la huella energética, todas las plataformas de inteligencia artificial generativa consumen tanta energía como España. Esto eleva la huella de carbono del sector tecnológico al nivel de las empresas más contaminantes del planeta como las refinerías de petróleo.
De ahí la trascendencia del esfuerzo de Núcleo del Tec de Monterrey, ya que contribuye, desde la trinchera de una de las instituciones de educación superior más importantes de México —con 90 mil estudiantes y 10 mil profesores en 20 estados—, a reducir su impacto ambiental.
