Lo que debía ser la última reserva de hielo del Polo Norte y, quizá, del planeta llamada “Última Zona de Hielo” del Ártico, se está derritiendo más rápido de lo que los científicos habían calculado. En 2020 la pérdida de hielo marino debido al cambio climático conjugado con fuertes vientos cálidos generaron los niveles más bajos jamás registrados de hielo.