Estos cuerpos de agua representan el 87% del agua dulce del planeta por lo que son un recurso fundamental para los ecosistemas terrestres y los seres vivos. La reducción del almacenamiento de líquido combinado con su uso creciente e insostenible, está generando una crisis ambiental sin precedentes caracterizada por la sequía a ritmos cada vez más acelerados e intensos en todo el mundo.