El análisis de los genomas de los primeros humanos modernos de Europa ayudó a proporcionar una fecha más precisa de cuándo se mezclaron con los neandertales. La investigación, publicada en las revistas Nature y Science, señala que ocurrió hace 50 mil años y este mestizaje dejó una marca indeleble estimada entre el 1% y el 3% que lleva el Homo sapiens en su ADN.
El reconocimiento de la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska es para el científico sueco Svante Pääbo, por sus descubrimientos sobre los genomas de homínidos extintos, al secuenciar el genoma del neandertal, un pariente extinto de los humanos, que contribuyeron al entendimiento de la evolución humana y al establecimiento de una disciplina científica nueva: la paleogenómica.