Un estudio revela que los patrones y estructuras de la música son como un lenguaje universal positivo para el cerebro al inducir una mejor sincronización de las señales neuronales de regiones relacionadas con el circuito del placer. Esto ayuda a las personas a mejorar el manejo de sus emociones, incluso entre aquellas que padecen depresión persistente.
La pandemia de COVID largo afecta a millones de personas en todo el mundo con fatiga crónica, depresión y deterioro cognitivo que deterioran más la calidad de vida que el cáncer, los accidentes cerebrovasculares y comparable con el Parkinson. Aunque la emergencia sanitaria ha sido concluida, la pandemia produjo una discapacidad masiva que apenas se está comprendiendo.