La llamada “industria sin chimeneas” es tan contaminante como otros ramos industriales ya que contribuye con casi el 9% de las emisiones gobales de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero causante del cambio climático que padece el planeta. Sus emisiones crecieron 3.5 % anual entre 2009 y 2019, el doble que la economía mundial.