La pandemia de COVID-19 ha afectado negativamente el bienestar de las mujeres en los campos de las ciencias, tecnologías, ingenierías, matemáticas y medicina (STEMM, por sus siglas en inglés). Complicó el trabajo de las científicas ya que aumentó su carga laboral, disminuyó su productividad, incrementó el número de bajas e interrumpió investigaciones.