El análisis de los genomas de los primeros humanos modernos de Europa ayudó a proporcionar una fecha más precisa de cuándo se mezclaron con los neandertales. La investigación, publicada en las revistas Nature y Science, señala que ocurrió hace 50 mil años y este mestizaje dejó una marca indeleble estimada entre el 1% y el 3% que lleva el Homo sapiens en su ADN.