Los incendios que azotan la ciudad de Los Ángeles han sido influidos por los “latigazos hidroclimáticos”, que son oscilaciones rápidas entre un clima muy húmedo y uno muy seco, que han aumentado debido al cambio climático. A esto se suman los vientos de “Santa Ana” de hasta 120 km/h, la expansión de las zonas urbanas y la sustitución de la vegetación nativa por malezas.